Familiares de secuestrados en Israel se aferran a la esperanza
En medio de la incertidumbre, las familias de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre del 2023 no cejan en su empeño de traerlos de vuelta a casa
Han pasado 15 meses desde el 7 de octubre del 2023, cuando el grupo islamista Hamás atacó a Israel causando unos 1,200 muertos y secuestrando a unas 250 personas. Es el mismo tiempo que Guilad Korngold tiene sin ver a su hijo Tal Shoham, quien fue tomado como rehén en el kibutz Be’eri, donde el joven vivía con su familia.
“Mi hijo es Tal. Hoy tiene 438 días en Gaza”, relató Guilad durante una entrevista el pasado 17 de diciembre en las instalaciones en Tel Aviv de Hostages and Missing Families Forum, una organización conformada por voluntarios que trabaja para lograr el retorno de los secuestrados . “Siete familiares, nietos, nuera, la mamá de ella, la tía, la prima… siete personas estuvieron en el kibutz Be’eri”.
La esposa de Tal, Adi, así como sus hijos, Yahel de 3 años y Naved de 8, su suegra Shoshan Haran, la tía de su esposa Sharon Avigdori y su hija Noam de 12 años, fueron liberadas posteriormente durante un intercambio de rehenes en noviembre del 2023. La familia también sufrió la pérdida del padre y dos tíos de Adi. Tal, quien cumple 40 años a finales de este mes, permanece secuestrado.
“Tal y sus hijos viven en el norte de Israel y nosotros vivimos en el sur. Nuestra casa está a unos 12 kilómetros (7 u 8 millas) de Gaza mientras que Be’eri está a casi 2 kilómetros de Gaza… muy cerca”, indicó Guilad, quien añadió que han vivido 30 años en ese lugar y que todos sus hijos crecieron en el ‘safe room’, refiriéndose al cuarto de seguridad que tienen las residencias en Israel .
Hablando en español, que a veces entremezcla con frases en inglés, el padre de tres, recordó que el fatídico 7 de octubre escuchó del ataque por la radio y entraron al cuarto de seguridad.
“No llamé a Tal, sé que él sabe lo que hay que hacer”, dijo.
Guilad, nacido en Argentina y quien llegó con dos años a Israel, explicó que cada kibutz tiene civiles que están entrenados para mantenerlo seguro durante 14 minutos mientras llega el IDF (las fuerzas de defensa israelíes).
Sin embargo, con el pasar de las horas y ya fuera del ‘safe room’, mientras veían la televisión, vinieron las inquietudes y la confusión.
“Empezamos a entender que algo pasó. Comencé a llamar a Tal y no me contestó. También llamé a su suegra pero tampoco contestó”.
Cuando pudieron comunicarse, le dijo a su hijo que podía enviarle un grupo de rescate.
“Y me dijo ‘Papá no los molestes. IDF está fuera, déjalos hacer su trabajo. En una hora estamos afuera’. Eran las nueve menos cuarto y no tenía la menor idea que IDF no estaba afuera. Ellos llegaron a las 2 p.m.”, manifestó Guilad, mientras en sus ojos las lágrimas pugnaban por salir.
Esa es una de las muchas interrogantes a las que no le ha encontrado respuesta.
“¿Por qué tardaron? Nadie lo sabe”.
Antes de finalizar la entrevista, el padre de Tal recalcó la necesidad de que se dé prioridad a pactar un nuevo intercambio de rehenes
“Ustedes tienen que entender y el mundo tiene que entender, nada se va a recuperar en el Oriente Medio sin sacar a los secuestrados. Lo digo a mi gobierno, lo digo a los americanos, a los europeos, primero hay que liberarlos”, sostuvo Guilad. “Una persona no puede vivir sin saber qué pasa. [Saber] si está vivo o está muerto es mejor que no saber nada. Hace un año que no sabemos nada”.
Apoyo de voluntarios
Arie Geronik, portavoz y miembro del Departamento Diplomático de Hostages and Missing Families Forum, dijo que el objetivo que tienen es lograr que todos los rehenes regresen. Admitió que aunque la organización no tiene el poder de negociar un intercambio si trabaja para dar a las familias de los secuestrados el apoyo emocional y psicológico que requieren.
“La organización se estableció un día después de los acontecimientos del 7 de octubre. Todo el que podía aportar algo se reunió y comenzamos este foro. No estamos conectados de ninguna manera con el gobierno. Somos una ONG”, comentó Geronik agregando que, estamos tratando con dos misiones.
“La primera es, por supuesto, la liberación inmediata o lo más pronto posible de todos los rehenes vivos y muertos. Y el otro objetivo que tenemos es apoyar a las familias tanto como podamos hasta que todos [sus familiares] regresen”, detalló. “Eso significa que no debemos olvidar que Guilad y los demás miembros de las familias tenían una vida normal y de repente todo se derrumbó. Tratamos de darles algo de protección para empezar de nuevo”.
El funcionario especificó que al 17 de diciembre habían 100 secuestrados en Gaza, de los cuales 36 “no estaban vivos”.
‘Esperamos que va a volver a casa’
Guilad no está solo en su afán de tener a su hijo de nuevo a su lado.
En la Plaza de los Secuestrados, una explanada frente al Museo de Arte de Tel Aviv que se ha convertido en sitio de concentración de familiares, amigos y miembros de la comunidad para exigir el regreso de los rehenes, Ricardo Grichener levantaba un cartel con la foto de Omer Wenkert, de 21 años.
“Soy el tío de Omer, que fue secuestrado durante el ataque realizado el 7 de octubre al festival de Nova”, contó. “Estuvo allí con su amiga Kim, pero ella murió”.
Según Grichener detalló, después que los terroristas entraron al sitio donde se realizaba el festival, su sobrino buscó refugio en un shelter pequeño para unas 15 personas, pero en las que estaban 40.
“Como a las 7:40 a.m. que fue la última vez que escuchamos de Omer, él envió un mensaje a la madre diciendo ‘tengo miedo, no sabemos lo qué pasa. Estamos escuchando [hablar en] árabe’”, dijo.
En noviembre del 2023, tras un intercambio de rehenes, gracias a un liberado supieron que Omer seguía vivo.
La preocupación más grande de sus familiares, indicó Grichener, es que el joven de 21 años sufre colitis, una enfermedad que requiere medicamentos y sin la atención adecuada empeora.
“Si está en casa y tiene el problema recibe remedio o lo llevamos al hospital y no pasa nada, pero cuando estás en Gaza y nadie te va a dar ayuda no sabemos qué va a pasar. Si va a tener una infección o puede ser algo de lo que puede morir”, afirmó.
En el ataque al Festival Nova murieron más de 360 personas y fueron secuestradas más de 40.
“Esperamos que va a volver a casa. Que va a volver a la familia”, confió Grichener.
El anuncio este miércoles de un acuerdo de cese al fuego con entrega de rehenes abre una ventana de esperanza para que familias como las de Tal y Omer puedan cristalizar su sueño de volver a verlos y cerrar el ciclo doloroso que ha significado su secuestro.
Nota del editor: Las entrevistas se realizaron el 17 de diciembre gracias a la organización Fuente Latina. Ese día se cumplían 438 días de la toma de rehenes.