Trump no pudo explicar su teoría de que contrataciones bajo políticas de diversidad incidieron en accidente aéreo en Washington

Nueva York – A preguntas de la prensa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no pudo abundar en su argumento de que las políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) de administraciones pasadas como la de su predecesor Joe Biden pudieron haber tenido efecto en el accidente aéreo reportado el miércoles en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington D.C.

En una conferencia desde la Casa Blanca, Trump planteó que su administración no sabía que llevó al accidente, pero que tenían unas ideas y opiniones fuertes al respecto.

“Yo pongo la seguridad primera; (Barack) Obama, Biden y los demócratas ponen sus políticas primero, y ellos ponen las políticas a un nivel que nadie antes ha visto”, dijo Trump a los reporteros.

El republicano prosiguió su línea de pensamiento con señalamientos de que los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) que promovieron administraciones pasadas redujeron los estándares en los procesos de contratación de controladores aéreos. Sin embargo, no presentó pruebas que sustentaran su teoría.

“La Administración Federal de Aviación (FAA) ha estado contratando trabajadores con discapacidades intelectuales severas, problemas psiquiátricos y otras condiciones mentales y físicas bajo una iniciativa de diversidad e inclusión”, alegó Trump. Según el mandatario, en lugar de contar con “genios con un talento natural”, la entidad ha contratado para tráfico aéreo a personas con problemas de audición, visión, parálisis, epilepsia y enanismo.

Sin embargo, cuando se le preguntó cómo llegó a la conclusión de que estas políticas tenían que ver con el incidente, se limitó a responder: “Porque yo tengo sentido común, ok, y, desafortunadamente, mucha gente no lo tiene. Nosotros queremos gente brillante haciendo esto. Esto es un juego de ajedrez mayor en el nivel más alto. Cuando tienes 60 aviones viniendo en un corto periodo de tiempo y todos vienen en distintas direcciones y estás lidiando con niveles computacionales altos y computadoras complejas…”.

Trump también señaló al piloto del Black Hawk, con tres personas a bordo, por el “millón de maniobras diferentes” para evitar la colisión con el avión comercial Bombardier CRJ700 que transportaba 60 pasajeros y cuatro tripulantes.

El personal militar realizaba un vuelo de entrenamiento, y, según el secretario del Departamento de Defensa, Pete Hegseth, la tripulación era bastante experimentada.

Mediante orden ejecutiva, Trump busca desmantelar los programas DEI que fueron iniciados bajo la presidencia de Lyndon Johnson. Lo anterior reduciría las contrataciones federales de empleados que manejan esos programas y afectaría a los beneficiarios de los mismos.

Los programas DEI ayudan a que la fuerza laboral tanto en el gobierno federal como en el sector privado sea diversa e inclusiva. También impacta escuelas. En resumen, son un vía para atajar la discriminación que históricamente han enfrentado grupos subrepresentados de la sociedad.

Los decretos de Trump también ordenan que el personal federal que maneja ese tipo de programas sea puesto en licencia remunerada con la intención de que sean despedidos.

ABC News reportó que los programas DEI no aplican en el caso de contrataciones a personal de tráfico aéreo.

Los solicitantes deben pasar una examen médico, una prueba de aptitud y psicológica más exigente que la que se les requiere a los aspirantes a piloto, indicó Chris Wilbanks, vicepresidente adjunto de seguridad y entrenamiento técnico de la FAA.

El tono de Trump en la conferencia fue distinta al que había asumido al principio cuando describió como una “noche oscura y extenuante” las últimas horas en la capital tras el accidente en el que un helicóptero militar y un avión comercial de American Eagle, filial regional de American Airlines, chocaron y se precipitaron al río Potomac.

28 cuerpos han sido recuperados en la escena. Aunque las autoridades no creen poder hallar sobrevivientes, los operativos de búsqueda continúan

“Ha sido una noche oscura y extenuante en la capital de nuestra nación y en nuestra historia, una tragedia de proporciones terribles. Como nación, lloramos por cada alma preciosa que nos ha sido arrebatada”, expresó el presidente quien además pidió un momento de silencio para recordar a las víctimas que se calcularon en 67.

Trump firmó este jueves una orden ejecutiva para revisar los procesos de contrataciones bajo el gobierno de Biden a tono con su argumento de que pudieron haber incidido en el accidente.

El fin del decreto es tomar las medidas correctivas necesarias para lograr una seguridad aérea sin concesiones, incluido el reemplazo de cualquier persona que no cumpla con los estándares de calificación, según citó la agencia Efe.

“Esta revisión incluirá una evaluación sistemática de cualquier deterioro en los estándares de contratación y en los estándares y protocolos de seguridad de la aviación durante la Administración de Biden”, especifica el documento.

Trump y su equipo alegan que la Administración de Obama implementó un cuestionario biográfico en la FAA para desviar el enfoque de contratación de la aptitud objetiva.

Añaden que Biden rechazó atrozmente la contratación basada en el mérito, “exigiendo que todos los departamentos y agencias ejecutivas implementaran tácticas peligrosas de ‘equidad e inclusión en la diversidad’ y específicamente reclutando personas con discapacidades ‘intelectuales graves'”.

Qué se sabe sobre las causas del choque

Un informe preliminar de la FAA arrojó que la cantidad de personal de tráfico aéreo no era normal para la hora del día y el volumen de movimiento cuando ocurrió el evento.

Aparentemente, la escasez de empleados provocó que una persona tuviera que hacerse cargo de dos tareas a la vez: el tráfico de aviones y el de los helicópteros que sobrevuelan la capital.

Cabe señalar que el espacio aéreo de Washington D.C. es limitado para la cantidad de aviones aéreos y helicópteros en la zona a diario.

Telemundo Noticias reseñó que el aeropuerto Reagan fue construido para el flujo de unos 15 millones de pasajeros, pero actualmente transitan más de 25 millones de personas al año. Adicional, la terminal se encuentra en una zona particularmente sensible en términos de seguridad debido a restricciones por su cercanía al Capitolio, Casa Blanca, Pentágono y otras instrumentalidades clave del gobierno federal.

El espacio aéreo de Washington D.C. cae en la zona restringida conocida como P-56. La FFA lo califica como un espacio aéreo “complicado”, debido al alto volumen de operaciones VIP y militares, lo que limita las rutas y las posibilidades de maniobras de los vuelos.

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