Matthew Perry habría recibido 27 dosis de ketamina en sus últimos días
El documental de Peacock "Matthew Perry: A Hollywood Tragedy" está revelando algunos aspectos de las circunstancias que rodearon sus últimos días con vida

A lo largo de su vida, Perry luchó abiertamente con la dependencia de sustancias. Crédito: Matt Sayles | AP
La muerte de Matthew Perry dejó un gran vacío en la industria del entretenimiento y en los corazones de millones de sus fans alrededor del mundo. Sin embargo, un nuevo documental de Peacock titulado “Matthew Perry: A Hollywood Tragedy” está revelando algunos aspectos de las circunstancias que rodearon sus últimos días con vida.
Según las revelaciones del documental, Perry habría recibido hasta 27 dosis de ketamina durante los tres días previos a su muerte. Estas dosis fueron administradas por personas que, según el fiscal federal Martín Estrada, “deberían haberlo sabido mucho mejor”.
Estrada indicó que el uso excesivo de esta droga por parte del actor no fue un hecho aislado, sino que estuvo vinculado a una red de individuos dispuestos a obtener mucho dinero aprovechándose de la vulnerabilidad de Perry.
“El Dr. Plasencia fue muy claro en los mensajes de texto. que vio esto como una oportunidad de ganar mucho dinero en poco tiempo, y supuestamente hizo exactamente eso“, dijo Estrada.
La investigación sobre la muerte de Perry condujo a cinco arrestos, que incluyen a dos médicos, al asistente personal del actor y a Jasveen Sangha, conocida como “La Reina de la Ketamina”.
A pesar de las graves acusaciones, tanto Sangha como el Dr. Plasencia se han declarado inocentes de los cargos en su contra. El juicio para ambos está programado para el próximo 4 de marzo, según reporta el New York Post.
Un personaje central en el caso es Kenneth Iwamasa, el asistente personal de Perry desde 1994. Iwamasa, que tuvo una relación cercana con el actor durante años, se declaró culpable de conspiración para proporcionar ketamina que causó la muerte de Perry.
Según documentos judiciales, el día de su deceso Perry le pidió a Iwamasa que le administrara una primera inyección de ketamina alrededor de las 8:30 horas. Cuatro horas después, mientras veía una película, recibió otra dosis, y apenas 40 minutos más tarde le solicitó una tercera inyección, instando a su asistente a “dispararle un trago grande” antes de prepararle el jacuzzi.
Luego, Iwamasa salió de la casa por unos recados, y cuando regresó, encontró al histrión sin vida, boca abajo en el jacuzzi.
Personas cercanas a Perry dijeron a los investigadores forenses que estaba recibiendo una terapia de infusión de ketamina.
El fiscal Estrada destacó que, en lugar de culpar de sobredosis a las víctimas, se debe responsabilizar a los narcotraficantes y vendedores de drogas que aprovechan los problemas de adicciones.
“La gran conclusión de este caso es que, cuando las personas involucradas en actividades imprudentes causan la muerte a otras, es necesario que haya rendición de cuentas“, agregó en el documental.
A lo largo de su vida, Perry luchó abiertamente con la dependencia de sustancias, un tema que abordó en su autobiografía “Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing”, donde detalló sus experiencias con las drogas y el alcohol.
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