José Mourinho demandará al Galatasaray por acusaciones de racismo

La Federación Turca de Fútbol (TFF) decidió reducir la sanción impuesta al entrenador del Fenerbahçe, José Mourinho, tras una apelación presentada por el portugués. Inicialmente, la federación había dictaminado una suspensión de cuatro partidos y una multa de 42,500 euros ($46,000 dólares), por “conducta antideportiva”.

Sin embargo, tras la revisión del caso, el organismo optó por disminuir la penalización, dejando el castigo en solo dos encuentros de suspensión y una multa económica reducida a 14,700 euros ($15.900 dólares).

La decisión también afectó al técnico del Galatasaray, Okan Buruk, quien había sido sancionado con un partido de suspensión y una multa cercana a los 40,000 euros ($43,200 dólares). Tras la apelación, la cantidad fue rebajada a poco más de 13,000 euros ($14,000 dólares), aunque la suspensión se mantuvo sin modificaciones.

La controversia entre ambos entrenadores surgió después del tenso empate sin goles entre Galatasaray y Fenerbahçe, encuentro disputado el pasado lunes. Este partido tuvo una particularidad histórica, ya que fue el primero de la Superliga turca en ser dirigido por un árbitro extranjero, el esloveno Slavko Vincic, debido a una solicitud formal del Fenerbahçe.

Las declaraciones posteriores al partido intensificaron la rivalidad entre ambos clubes. Mourinho generó polémica al referirse al comportamiento del banquillo del Galatasaray, afirmando que los integrantes “saltaron como monos” tras una decisión arbitral. En respuesta, Buruk calificó al entrenador luso como un “llorón”, lo que avivó aún más la controversia.

La tensión no quedó en el ámbito deportivo, sino que también se trasladó a los tribunales. Este viernes, el Fenerbahçe anunció a través de sus redes sociales que Mourinho presentó una demanda contra el Galatasaray, alegando una vulneración de sus derechos personales. El club informó que el estratega portugués exige una compensación de 1,907,000 liras turcas (unos $54,000 dólares) por lo que considera ataques a su integridad moral.

La rivalidad entre Fenerbahçe y Galatasaray no es nueva y ha estado marcada por años de acusaciones sobre un supuesto favoritismo arbitral hacia el equipo aurirrojo. La designación de un árbitro extranjero buscaba mitigar esta percepción, pero el desenlace del partido y las reacciones posteriores indican que las disputas siguen lejos de resolverse.

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