Cómo reutilizar viejos lápices de colores en casa: puedes hacer hasta un mueble
Tus lápices de colores viejos pueden tener una segunda vida: desde marcos y portalápices hasta mesas enteras hechas con creatividad y resina

La madera, los pigmentos y hasta el plástico que contienen los lápices de colores pueden usarse para crear piezas decorativas o funcionales. Crédito: Shiza Tahir | Shutterstock
Acumular lápices de colores rotos, gastados o demasiado cortos parece un problema menor, hasta que se transforman en una oportunidad creativa. En lugar de tirarlos, puedes darles una nueva vida con proyectos que combinan arte, reciclaje y diseño.
Con algo de ingenio, esos restos se convierten en objetos útiles, originales y decorativos: desde cuadros hasta muebles, los lápices que parecían inservibles pueden convertirse en protagonistas dentro de tu hogar.
Qué hacer con tus viejos lápices de colores
La madera, los pigmentos y hasta el plástico que contienen pueden usarse para crear piezas decorativas o funcionales. Además de evitar que terminen en la basura, estarás reduciendo tu huella ambiental y promoviendo una economía circular desde casa. Practica algunas de estas ideas:
- Cuadros y murales decorativos
Corta los lápices en distintos tamaños y úsalos como piezas de un mosaico sobre un bastidor o tabla de madera. Puedes crear diseños abstractos, mandalas o figuras geométricas. Ideal para decorar habitaciones o hacer proyectos escolares.
- Portalápices colorido
Pega lápices viejos en un recipiente cilíndrico o una base firme. El resultado es un portalápices único y lleno de color, que puedes personalizar según los tonos disponibles.
- Soportes para celular y marcos de fotos
Con un poco de pegamento y creatividad, puedes armar bases sólidas y decorativas. Solo necesitas formar estructuras geométricas básicas y fijarlas con una pistola de silicona o cola fuerte. También puedes enmarcar fotos o espejos usando lápices enteros o en fragmentos.
Aunque requiere más tiempo y materiales, algunos artistas han llevado esta idea al siguiente nivel creando mesas, bancos o taburetes a partir de lápices reciclados. La técnica más común es reunir decenas (o cientos) de lápices, alinearlos, colocarlos en un molde y unirlos con resina epoxi.
El resultado es un mueble funcional, lleno de color y con una historia detrás. No solo reciclas: creas una pieza de diseño artesanal con identidad propia.
