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92% de educadores de Nueva York consultados califican como muy positiva la prohibición de celulares en las aulas

El gobierno estatal encuestó a 350 administradores escolares, 75% cree que hay más atención a las clases

La gobernadora Hochul sigue defendiendo los alcances de la norma que se aplica desde el inicio del año escolar 2025-26

La gobernadora Hochul sigue defendiendo los alcances de la norma que se aplica desde el inicio del año escolar 2025-26 Crédito: Susan Watts | NY Governor Office

Se presumía que aplicar la prohibición de teléfonos inteligentes en las escuelas públicas de Nueva York se convertiría en una asignatura complicada. Pero luego de dos meses del inicio de este ciclo escolar en 2025, hay señales muy claras que el objetivo del gobierno estatal está teniendo muy “buenas calificaciones”.

En general la gran proporción de maestros, padres y alumnos consultados coinciden en que este cambio que se proyectaba sería más traumático, tomando en cuenta la tendencia de adicción a estos equipos, ha traído calma, atención y más convivencia en las aulas.

De acuerdo con los resultados de una nueva encuesta, se demuestra que la aplicación de la ley ‘Escuelas sin Distracciones‘, está teniendo un impacto transformador para estudiantes y docentes en las escuelas de todo el estado de Nueva York. 

La Oficina de la Gobernadora Kathy Hochul distribuyó un sondeo en noviembre y recibió más de 350 respuestas de administradores escolares de todo el estado, que implementaron las restricciones para el uso de teléfonos inteligentes en el aula: el 92% de los participantes informó que su transición a esta política se realizó sin contratiempos.

“Nuestros estudiantes tienen mayor éxito en el aula cuando se concentran en aprender, no en navegar por internet”, declaró la gobernadora Hochul al dar a conocer los resultados de esta consulta que además arrojó que el 83% reportó aulas con una mayor participación estudiantil.

Además el 75% de los docentes reportaron una mejora en su capacidad para enseñar eficazmente.

“Los resultados de esta encuesta son un reflejo de ese esfuerzo, ilustran la eficacia de nuestro enfoque personalizado para escuelas sin teléfonos y ofrecen una visión del éxito futuro para nuestros estudiantes”, resaltó la mandataria.

Algunos docentes consultados de forma independiente en la ciudad de Nueva York por El Diario confirman que más allá de situaciones aisladas, de forma general los estudiantes se han adaptado a la regulación de forma muy satisfactoria.

En algunos balances, los líderes escolares han detectado que especialmente algunos estudiantes de secundaria han encontrado mecanismos para burlar las normas, especialmente quienes pueden tener más de dos dispositivos.

“Son casos rarísimos. Hay un estudiante que entregaba un celular en la entrada de la escuela, pero tenía otro en la mochila que se detectó lo usaba en el recreo escondido en el baño. Cuando fue descubierto adujo que era ‘influencer’ y que no podía estar desconectado tanto tiempo. Pero en general no hemos observado problemas con la prohibición”, comentó una docente en una escuela de Harlem.

Otros educadores comentan que en las primeras semanas sí observaban a estudiantes ansiosos, incluso de mal humor, pero al paso de las semanas moderaron su descontento.

“Es una adicción como cualquier otra. Nadie deja el cigarro o el alcohol de la noche a la mañana. Es lo mismo. Pero en este caso, pensábamos que nos iba a traer más problemas, pero honestamente lo que observo en los 40 alumnos que tengo, es una adaptación muy rápida y más atención a las clases”, reforzó otra educadora hispana consultada.

“Sin cabezas agachadas”

El reporte oficial difundido por las autoridades estatales incluye comentarios más extensos de miembros de comunidades escolares de toda Nueva York. 

Un superintendente adjunto de Southern Tier expresó: “esto ha sido un punto de inflexión. Los estudiantes están con la cabeza alta y no agachada, mirando sus teléfonos. ¡Los estudiantes conversan entre sí! Observo en muchas aulas y hay una diferencia notable en la participación estudiantil”. 

Por su parte, un administrador del distrito en North Country comentó que ha tenido muchos resultados positivos, pues ahora los estudiantes establecen contacto visual con adultos y compañeros, organizan juegos que involucran la reflexión y la resolución de problemas, e interactúan entre sí en lugar de usar sus teléfonos.

El mandato estatal estableció la prohibición del uso de dispositivos personales con conexión a internet, como teléfonos inteligentes y relojes inteligentes, durante la jornada escolar se aplicará durante todos los días del año escolar 2025-26, aunque los estudiantes podrán seguir usando sus dispositivos al ir y volver de la escuela. 

Asimismo, todos los centros escolares ya ofrecen opciones de almacenamiento seguro de los aparatos y vías para que las familias se pongan en contacto con los estudiantes en caso de emergencia.

El criterio de fondo

El criterio claramente expuesto en la legislación neoyorquina para justificar esta prohibición se basa en que los teléfonos inteligentes, omnipresentes en la vida moderna, han demostrado ser una fuente significativa de distracción en entornos educativos. 

La constante tentación de revisar notificaciones, navegar por redes sociales o participar en juegos desvía la atención de los alumnos de las lecciones y tareas académicas, fragmentando su concentración e impidiendo la inmersión necesaria para la retención de nueva información.

Esta distracción no solo afecta el rendimiento individual, sino que también afecta la calidad del ambiente de aprendizaje colectivo. 

“Además de ser un obstáculo para la asimilación de conocimientos, el uso no regulado de estos dispositivos se ha comprobado limita las oportunidades para el pensamiento crítico y la resolución creativa de problemas“, destacan en sus reportes las autoridades estatales.

La gobernadora Hochul reiteró que detrás de todo este esquema, hay un aumento en los últimos 10 años de algoritmos adictivos, promovidos por las empresas de redes sociales, que “bombardean los estudiantes y sus mentes todo el día”.

Para las autoridades educativas y de salud de Nueva York, hay una correlación directa y absoluta entre los ascendentes problemas de salud mental y estas plataformas, que generan un perfil sobre los intereses de cada usuario.

“Ahora solo estamos descubriendo este hecho. Y ya es muy tarde para los estudiantes actuales que han estado expuestos a esto durante mucho tiempo, me refiero a quienes ya se graduaron y los cursantes de secundaria. Pero quiero asegurarme de que salvamos a la próxima generación de estudiantes que nos acompañan hoy“, refirió repetidas veces Hochul cuando peleaba por la aprobación de esta norma.

En este sentido, Julie Scelfo, fundadora y directora ejecutiva de Madres contra la Adicción a las Redes (MAMA), comenta que hasta hace poco tiempo, se pensaba que se podía dar a niños y jóvenes estos productos tecnológicos y enseñarles cómo usarlos de manera segura, pero a su criterio hoy no existe ningún tipo de ‘seguridad’ cuando están diseñados para ser adictivos.

“Los teléfonos inteligentes distraen a los niños y hacen que les resulte más difícil concentrarse y aprender. También sustituyen otras experiencias e interacciones cruciales de la vida real que son esenciales para un desarrollo sano. Seguimos celebrando esta legislación”, acotó.

El dato:

  • 2,418,513 estudiantes del sistema de educación público de Nueva York están impactados por esta medida. 700,000 de estos estudiantes son de origen hispano.

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