Nueva guía municipal protege derechos de las embarazadas
La Ciudad refuerza las medidas para evitar la discriminación de las mujeres en el trabajo, en la vivienda y en los refugios, por su condición
La reciente celebración del Día de la Madre fue un momento para festejar a la mujer, pero también fue una oportunidad para poner de manifiesto una vez más la dura realidad que enfrentan muchas embarazadas, quienes todavía son discriminadas por su condición y algunas veces pierden el empleo, se les niega el acceso a una vivienda asequible o ser alojada en refugios.
Para atacar este problema, alcalde Bill de Blasio y la comisionada de Derechos Humanos Carmelyn P. Malalis presentaron recientemente una guía que define claramente los derechos que tiene una mujer con el fin de evitar la discriminación relacionadas con el embarazo, parto, u otra condición médica, tanto en su lugar de trabajo como en acceso a la vivienda y alojamiento público.
“Nadie merece ser tratado injustamente por estar embarazada. Es discriminatorio y es ilegal”, dijo la comisionada Malalis. “Nuestra guía define las protecciones para mujeres embarazadas dentro de la ley para asegurar que ellas tengan acceso a vivienda equitativa y condiciones de trabajo justas”. La Comisionada instó a las posibles afectadas a que si han tenido una experiencia de discriminación llamen al 311.
La Alcaldía indicó que la guía también obliga a los empleadores a ofrecerles comodidades a las embarazadas en sus lugares de trabajo, como más tiempo para descansar, ir al baño, y a las madres, lugares para bombear la leche materna, permisos para ir a citas pre y posnatales. En general, la guia fortalece la ley de Derechos Humanos en la Ciudad de Nueva York.
Para Mai-Elka Prado, fundadora y directora del Festival Afro-Latino en Nueva York, y quien actualmente está embarazada, la presentación de la nueva guía es “un paso lógico hacia una resolución de los problemas sociales que nos afectan globalmente”.
“Tanto el despido injustificado como la negación de empleo o vivienda y el rechazo de entrada a un lugar público a mujeres embarazadas son formas de agresión pacífica y disimulada. ¿Cual es el verdadero objetivo? ¿Que nos quedemos en casa cumpliendo con un rol estereotipado?”, dijo la panameña.
Según datos proporcionados por el Departamento de Salud, en el 2014 hubo 200,954 embarazos documentados en la ciudad de Nueva York. De esos, 122,084 resultaron en nacimientos. Además, de ese total, 58,500 embarazos y 35,650 nacimientos fueron de hispanas.
Experimentó la discriminación
La semana pasada Shatia Burks habló en las oficinas del Senado federal sobre su experiencia lidiando con el sistema de vivienda en la ciudad Nueva York como una madre joven.
Burks se convirtió en madre a los 19 años, y fue a los siete meses de su embarazo cuando decidió que iba a convertirse en una activista para defender los derechos de las embarazadas y padres jóvenes.
“Fue una montaña rusa emocional encontrar todos los recursos yo misma y no sabiendo si iban a ser sustentables”, dijo Burks sobre sus nueve meses de embarazo. La joven, ahora de 23 años, no tenía hogar en ese momento y vivió en varios refugios antes y después de dar a luz. Hoy en día Burks es becaria en el Instituto Nacional de Latinas para la Salud Reproductiva (NLIRH).
“Es difícil ser una mujer embarazada”, dijo la activista, agregando: “Y tener que escuchar ‘no’ de alguien cuando necesitas ayuda no es justo”.
La joven aún no ha conseguido vivienda asequible en Nueva York y por eso dijo que medidas como las presentadas por la Alcaldía son necesarias.
La guía también hace que sea más fácil tomar acción legal. “Cuando asesoramos a las mujeres, es útil tener un documento hecho por las agencias que aplican la leyes”, dijo la abogada Phoebe Taubman quien trabaja para la organización Un Mejor Balance, que defiende la equidad en el trabajo.
Aunque desde el 2014 los empleadores en la ciudad de Nueva York han sido requeridos a proveer condiciones razonables a las empleadas embarazadas, constantemente se conocen de casos de mujeres a las que se le niegan asuntos básicos como la posibilidad de cambiar el horario o más recesos para ir al baño.
“Las empleadas no deben ser penalizadas por querer iniciar o ampliar su familia y su salud o seguridad nunca se debe poner en riesgo en el lugar de trabajo”, dijo De Blasio.
Bares no pueden rechazar a embarazadas:
Antes los bares en Nueva York podían rechazar servirle bebidas alcohólicas a una embarazada. Pero ahora con la nueva guía eso no podrá ser así. Aunque la Ciudad requerirá a los bares y restaurantes que pongan carteles advirtiendo sobre el daño de consumir alcohol mientras se está embarazada.
Científicamente no hay evidencia de que una bebida ocasional causa daño a los bebés. Lo mismo aplica a comer pescado crudo. De esta manera, la Comisión de Derechos Humanos le da el poder a la madre para decidir que es mejor para su cuerpo y bebé.
“Juicios o estereotipos sobre como las embarazadas deben de actuar, sus capacidades físicas y lo que es o no es saludable para su feto, son generalizadas en nuestra sociedad y no se pueden usar como pretexto para decisiones discriminatorias ilegales”, señala el texto de la guía.
El documento también define como violación:
- Despedir, rechazar empleo o promociones por estar embarazada.
- No aceptar a un aplicante de vivienda por estar embarazada.
- Rechazar entrada a un sitio público como bares o clubes por estar embarazada.