Patrulla Fronteriza absuelve de culpa a agentes implicados en actos violentos
Fueron exonerados agentes implicados en cuatro incidentes entre 2012 y 2015, los primeros de un total de 18 revisados por la agencia federal
WASHINGTON.- La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), absolvió de culpa a agentes implicados en cuatro incidentes por el uso de la fuerza entre 2012 y 2015, los primeros de un total de 18 revisados por la agencia federal.
“La divulgación de estos casos es parte de nuestro esfuerzo continuo por asegurar la rendición de cuentas y la transparencia”, dijo en rueda de prensa y conferencia telefónica simultánea Kevin McAleenan, subcomisionado de la CBP.
“Creemos que la confianza del público estadounidense es esencial para la compleja y desafiante misión de la CBP, y pensamos ganarnos y mantener esa confianza a través de la responsabilidad profesional y la transparencia”, agregó McAleenan, acompañado de otros dos funcionarios que no quisieron ser identificados
La CBP sólo divulgó un resumen de los primeros cuatro casos investigados internamente por la llamada Junta de Revisión Nacional sobre el Uso de la Fuerza (NUFRB, en inglés), un grupo creado en 2014 para mejorar la transparencia de la agencia en el manejo de casos de violencia en la frontera.
En cada uno de los casos revisados, la NUFRB determinó que el uso de la fuerza por parte de los agentes implicados “cumplía con la política sobre el uso de la fuerza de la CBP”.
Por lo tanto, ninguno de los agentes fue suspendido o sometido a alguna medida disciplinaria.
Dos de los cuatro primeros casos investigados tuvieron víctimas mortales.
En uno de ellos, ocurrido el 18 de junio de 2015 en Solana Beach (California), una persona murió ahogada cuando un sujeto intentaba huir en un bote de agentes de la unidad marítima de la CBP.
Durante la persecución en el condado de San Diego, los agentes dispararon varias veces contra el motor de la nave, y el sujeto causó un choque mientras intentaba huir, lanzando a 19 hombres y una mujer al agua, quien murió ahogada, según la autopsia.
En otro de los casos, ocurrido el 22 de julio de 2014 en La Joya (Texas), un hombre armado, buscado por homicidio por la policía de Edinburg, inició un tiroteo con la policía, hiriendo a dos agentes.
El hombre siguió disparando cuando agentes de la Patrulla Fronteriza se sumaron a los esfuerzos para arrestarlo dentro de la vivienda donde se había refugiado. En total, diez policías locales y agentes de la Patrulla Fronteriza dispararon sus armas, y el sujeto, no identificado, murió en la escena del crimen.
En otro caso, el 2 de octubre de 2014 en Escobares (Texas), un agente de la CBP disparó su rifle M-4 contra un grupo de hombres que lanzaban piedras “del tamaño de una béisbol” desde el lado mexicano del Río Bravo.
No hubo muertos o heridos en ese incidente, pero los agentes recuperaron cerca de 682 libras de marihuana.
En el cuarto caso, el 5 de mayo de 2012 en Nogales (Arizona), agentes de la Patrulla Fronteriza perseguían a “múltiples grupos” de individuos que habían cruzado ilegalmente por las montañas de Atascosa, y algunos de ellos lanzaban piedras contra los agentes. Ese incidente tampoco dejó heridos.
Más casos en el futuro
La NUFRB todavía tiene pendiente 14 casos, y la CBP no precisó cuándo divulgará los resultados de esas investigaciones.
La CBP tampoco divulgó las nueve recomendaciones emitidas tras la investigación de cada uno de los casos, ni precisó si hubo disensión por parte de algunos miembros de la junta.
Como parte del protocolo, la NUFRB inició su investigación interna de cada caso después de que las autoridades locales, estatales o federales decidieron no presentar cargos contra los agentes involucrados en los incidentes, según la CBP.
En mayo de 2014, a raíz de críticas sobre el uso excesivo de la fuerza letal, la CBP divulgó un manual detallando la nueva política que deben seguir sus agentes para responder a incidentes en la frontera.
En resumen, el uso de la fuerza letal está justificado cuando corre peligro “inminente” la vida del agente u otra persona, y no basta una advertencia verbal para disminuir la confrontación con el atacante.
La CBP, por otra parte, sigue evaluando el uso de cámaras portátiles en los uniformes de sus agentes, y no ha determinado cuándo publicará su decisión definitiva al respecto.