Boricuas en NYC preocupados por familiares en Florida
La llagada del huracán Matthew al estado sureño causa temor en residentes de la Gran Manzana que tienen parientes allí
Aunque el huracán Matthew está lejos del suelo neoyorquino, sus efectos se están sintiendo entre los boricuas de la Gran Manzana, que este jueves expresaron preocupación porque muchos tienen familiares que serán afectados en Florida, a donde la tormenta llevaría en la madrugada es este viernes.
En la tarde de este jueves el huracán era de categoría 4 con vientos de 140 mph y el presidente Barack Obama ya había declarado el estado de emergencia en la costa Este de Florida y el sur de los estados de Georgia, Carolina del Sur, y Carolina del Norte.
“Las casas de allá (Florida) no son de cemento, como en Puerto Rico que todas son de cemento”, dijo Raúl Vélez, barbero en el Lower East Side, al expresar su preocupación por los efectos de la tormenta. El hombre de 50 años se siente nervioso porque su hermana e hijos viven en Orlando.
Aunque aún no han evacuado, los familiares de Vélez están preparándose por si es necesario. Los pronósticos indicaban que el Matthew podría tocar tierra en florida el viernes a las 8 a.m.
La comunidad puertorriqueña de Florida y la Gran Manzana están fuertemente atadas. Por décadas los boricuas eran la población más numerosa de latinos en la ciudad de Nueva York, pero ahora se están dirigiendo más al sur, y por ende ahora los dominicanos están ganando más terreno en la Capital del Mundo.
Florida, especialmente el área cerca de Orlando, tiene el crecimiento más rápido de puertorriqueños en todo Estados Unidos. Y aunque muchos son llegados de la isla, un gran porcentaje son nuyoricans que se han mudado desde la Gran Manzana en busca de mejores oportunidades, y también porque el Estado del Sol ofrece un clima más caluroso así como mejores rentas.
Los padres del poeta Rick Villar se mudaron hace un año a Orlando. Villar dijo que es fuerte estar lejos de ellos porque son mayores: Su madre puertorriqueña tiene 72 años y su padre cubano tiene 82.
“No puedo hacer mucha de las cosas que hubiera hecho normalmente en una situación así”, expresó. Villar describió que la casa de sus padres parece una jungla porque sembraron muchas plantas en su jardín, algo que podría ser un problema cuando llegue la tormenta.
Sus padres no están evacuando pero están preparándose por si pierden agua y luz. “Ser un observador se me hace un poco difícil pero me siento bien porque mi hermana está ahí”, dijo el hombre de 38 años que es el último de su familia directa en el norte-este.
Otros boricuas sienten que sus seres queridos estarán bien. “Mi abuela y mi tía están un poco nerviosas pero están preparadas”, dijo Karl Amalia, de 32 años. El residente de Nueva York se encuentra en Miami para una conferencia de trabajo. Sus parientes viven en Doral donde no tocará el ojo del huracán pero se espera mucha lluvia.
“No es la primera vez que pasan por este rodeo”, añadió Amalia, recodando que ya sus familiares soportaron el huracán de categoría 5 Andrew, además de George y Hugo en Puerto Rico.
“Allá en Santo Domingo se pasó mal y hubo muertos y en Haití también”, dijo Juana Estevez de 70 años. La tasa de muertos en Haití llegó a 108. La residente de Manhattan habló con su hermana anoche quien vive en Orlando y se está preparando para la tormenta.
El gobernador de Florida Rick Scott urgió a los 1.5 millones de habitantes de zonas con alta alerta que busquen alojo lejos de sus casas. “No hay excusas, se tienen que ir. Evacuen, evacuen, evacuen. ¿Estás dispuesto a arriesgar tu vida?”