Deportada reenviará a sus hijos ciudadanos a cumplir el Sueño Americano
Conoce la historia de Jannette Duarte que no piensa regresar a EEUU, pero sí sus hijos
MÉXICO – Faltaban una o dos semanas para que Jannette Duarte diera a luz a su hija Jade cuando decidió emigrar de San Martín Oxtoloapan, Estado de México, a Orlando, Florida.
No era la primera ve que trazaba un camino como indocumentada. Años atrás, cuando tenía 17, sus padres la llevaron a Florida, un año después conoció ahí a su marido, a los pocos meses parió a su primogénito Juan David y un lustro más tarde fue deportada con su marido.
Janette recordó toda esta historia mientras recorría el camino por segunda vez como indocumentada junto con su marido, el niño y su hija en el vientre y una garrafa de agua y un par de suéteres en las manos.
Todo iba bien hasta poco después de zambullirse en el río Bravo donde los detectó la Patrulla Fronteriza. Eran dos agentes que inmediatamente pidieron refuerzos y ordenaron a los indocumentados arrodillarse.
Uno a uno les colocaron las esposas pero cuando llegó el turno de Janette, ésta comenzó la labor de parto, alrededor de las 2:00 de la tarde del 14 de noviembre de 2012.
Los patrulleros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) se miraban entre sí incrédulos y divertidos. “Pensaban que yo estaba fingiendo y no me querían atender, aunque finalmente me llevaron Eagle Pass”.
Jannet parió por cesárea 19 horas después. Los médicos le dieron un registro del Seguro Social y fue enviada al Centro de Detención migratoria. De ahí a México, vía Piedras Negras.
Hoy esta convencida de que no va a regresar a Estados Unidos porque tiene miedo a las políticas migratorias del presidente Donald Trump y la eminente construcción del muro.
Ella es parte de los miles de mexicanos que han frenado su éxodo en los últimos meses por la nueva administración en la Unión Americana. “La emigración va a bajar más con estas condiciones”, advierte Jesús Peña, analista del Colegio de la Frontera Norte (Colef) y uno de los responsables de la Encuesta sobre Migración de la institución.
De todos modos, hace tiempo que el Colef viene registrando una tendencia a la reducción de la migración , agrega el analista: de 750,000 mexicanos registrados en 2007 a 50,000 en 2015 por diversas causas: el muro que ya existe en las principales ciudades fronterizas, el incremento en el costo de los cruces (de 1,000 dólares en el 2000 a 3600 dólares en 2014) y por el crimen organizado.
“La era Trump sólo vino a dar la estocada a la era migratoria mexicana hacia EEUU”, concluye Peña.
Janett Duarte sabe de los riesgos tanto como sabe que el futuro de sus hijos no está en Mexico: su marido se levanta al alba y va a trabajar a una mina en donde gana alrededor de ocho dólares al día.
Los bajos salarios en el país ha sido uno de los principales factores de la migración, principalmente la de menor escolaridad. De acuerdo con una encuesta realizada por INEGI en 2007 (el año pico de la ola migratoria reviente) sólo tres de cada 10 mexicanos que salieron del país no tenía trabajo; el resto, tenía pero estaba mal pagado.
Los malos sueldos están relacionados con la baja productividad del país y por la cual tanto las autoridades como la sociedad son responsables. “Por un lado, no se ha sofisticado la economía ni se le ha dado valor agregado y, por otro, hay un nivel muy inferior de profesionalismo”, observa Oliver Ambia, director del Departamento de Finanzas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Cuales quiera que sean las razones, Janett cree que es mejor para sus hijos que crezcan en Estados Unidos: por algo hizo hasta el último esfuerzo para dar a luz a los dos allá y el próximo año, enviará al mayor a vivir a Orlando con unos parientes y en unos años más también a la niña.
“Allá van a tener un mejor futuro”, dice. “Van a lograr el sueño americano que yo no pude”.