Desaparece el grupo de estrategia política creado por Steve Bannon y Jared Kushner
La Casa Blanca ha absorbido el grupo por la falta de presupuesto y las disputas ideológica de sus líderes
A finales de enero, Steve Bannon y Jared Kushner crearon el Grupo de Iniciativas Estratégicas de la Casa Blanca (SIG por sus siglas en inglés), una especie de “think tank” destinado a diseñar, entre otras cosas, políticas a nivel nacional siguiendo el modelo de McKinsey & Company, una de las asesorías con más prestigio en todo el mundo.
Sin embargo, de acuerdo a The Daily Beast, varios funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca han asegurado que dicha organización ya forma parte del pasado como consecuencia de las constantes peleas internas que tenían lugar entre sus dos principales líderes.
Pese a que el SIG nació con un objetivo prometedor (crear un espacio de diálogo entre expertos y líderes políticos), muchas personas dentro y fuera de la Casa Blanca temían que el grupo dirigido por Chris Liddell, antiguo jefe financiero de Microsoft, compitiera y quitara valor al Consejo de Seguridad Nacional.
Asimismo, algunas voces también aseguraron que el SIG podía ser una estrategia de Bannon para vigilar más de cerca a Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos y uno de sus hombres de confianza durante la campaña presidencial de 2016.
Así, la controversia inicial, las disputas internas y la falta de presupuesto hicieron que el que iba a ser el nuevo centro de poder de la administración Trump fuera desmoronándose poco a poco y acabara siendo incorporado a la Oficina de Innovación de la Casa Blanca como un proyecto más.
Varias fuentes cercanas al gabinete del presidente han descrito al SIG como “una entidad informal que nunca tuvo la posibilidad de despegar durante los primeros días del mandato del republicano a causa de las profundas diferencias ideológicas entre Bannon y Kushner, quienes fueron aliados durante la campaña electoral pero que, después, no lograron ponerse de acuerdo en numerosos temas”.
“Distintos factores hicieron que el SIG dejara de ser rentable económicamente e interesante políticamente, por lo que el proyecto llegó a su fin. En definitiva, nadie quería dar dinero a una organización que no iba a ningún lado y que se estaba convirtiendo en el reflejo de la arrogancia de Bannon“, aseguró un funcionario de alto nivel de la administración Trump a The Daily Beast.