El pasado desconocido de Pedro Pascal en España
El actor de origen chileno alcanzó la fama pasados los 35 años y no suele hablar de su vida privada
La fama le llegó una vez pasados los 35 años, una edad ya considerable en la industria del cine, por lo que la vida de Pedro Pascal antes de que ‘Game of Thrones‘ y más tarde ‘Narcos‘ de Netflix le convirtieran en una estrella internacional es un misterio.
Más allá de que emigró a Estados Unidos junto a sus padres desde Chile siendo un niño y de que trabajó en el circuito teatral neoyorquino, poco se sabía hasta ahora de su currículum. Sin embargo, su nueva fama ha despertado un considerable interés por el pasado del carismático intérprete, quien a pesar de la simpatía y naturalidad que proyecta en sus entrevistas, se ha caracterizado por mantener su vida privada en la más estricta intimidad, en lo relativo a su estado civil y familiar.
Quizás por eso haya llamado tanto la atención la revelación que él mismo acaba de realizar durante su visita a España para promocionar su última película, ‘Kingsman: The Golden Circle‘ al explicar que en sus años de juventud vivió en Madrid y que a punto estuvo de quedarse allí. Lo más sorprendente de todo ha sido conocer cómo se ganó la vida Pascal en esa temporada: trabajando como bailarín en la noche de la ciudad.
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“Tenía trabajo en la noche, yo era gogó”, aseguró para asombro del público a su paso por el programa ‘El Hormiguero’. “Qué pena que no tenga una foto mía, con el pelo plateado, un jersey de fútbol, snickers de plataforma… ¡Pero todo con ropa!”, reveló después de animarse incluso a marcarse unos pasos de baile para demostrar con pruebas su talento moviendo las caderas.
“Casi me quede para siempre. Hace mucho tiempo, hace 21 años. Era el verano del 96, y casi me quedo para siempre porque me enamoré de Madrid. De la noche, del día… de todo”, ha recordado.
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Finalmente el intérprete acabó cambiando de opinión y regresando a Estados Unidos -y sin saberlo, hacia el éxito profesional que le aguardaba en su futuro-, por problemas puramente económicos.
“Es que me pagaban en pesos, por eso ‘casi’ me quedé”, aseguró con una sonrisa.