Editorial: La igualdad, una deuda pendiente
La mujer ha roto el silencio y busca nuevos espacios de poder
El 2018 es un año importante para la mujer en nuestro país. Es el periodo en que se rompió el silencio ante la humillación, en que la resignación se pasó a un activismo para una revolución. La tolerancia llegó al límite.
Hoy la celebración del Día de la Mujer la encuentra más empoderada. Aunque no significa que hayan cambiado los problemas que afectan a las féminas.
Las diferencias de oportunidades entre los géneros subsiste como la discriminación salarial, el abuso doméstico es un problema en los hogares y el hostigamiento sexual sigue presente en la vida diaria.
Sin embargo, los acontecimientos en los dos extremos de Estados Unidos producen una transformación necesaria
Nadie hubiera imaginado que la imagen estereotipada del productor que se aprovecha sexualmente de la aspiración laboral de una artista cause una explosión liberadora. Una hermandad femenina contra en enemigo común: el hostigador.
El inicio del movimiento #metoo fueron las denuncias contra Harvey Weinstein en Hollywood, luego vino la avalancha de mujeres que decidieron desenterrar el dolor, la vergüenza y el enojo de sentir el maltrato y tener que callar. Esta fue una experiencia sana para ellas y para todos.
Mientras que en California se despertó la necesidad de hablar, desde Washington DC surgió el motivo urgente de actuar.
La Marcha del Mujer de 2017 fue una señal contundente de rechazo a un candidato que se jactó manosear mujeres por ser una celebridad. Un individuo que mostró ser un misógino en cada oportunidad.
La administración Trump demostró en sus acciones ser lo que se temía. A los hombres fue el 80% de las nominaciones para los puestos federales más altos. El 95% para los cargos de fiscales federales y 80% de los jueces federales. Para los tribunales federales de apelaciones, designó siete hombres y dos mujeres.
El impacto de la designación de jueces vitalicios va más allá del género. Ellos representan puntos de vistas que debilitan las protecciones contra el acoso sexual, las oportunidades equitativas en la educación y la libertad reproductiva.
La Casa Blanca eliminó una orden del expresidente Obama para cerrar la brecha salarial, promovió políticas perjudicando a la familia y restó importancia a la violencia doméstica.
La buena nueva que hoy hay más mujeres que nunca a cargos electivos. Se estima que 431 mujeres que aspiran a la Cámara de Representantes. Esa semana en la primaria de Texas, más de la mitad de las 50 candidatas avanzaron a la elección general.
Las organizaciones que preparan mujeres para entrar en la política reportan un interés jamás visto. La conservadora Maggie’s List está cansada de los políticos hostigadores y la liberal Emily’s List quiere cambiar a esos hombres y a su agenda.
Este es un día de esperanza de que el desprecio personal y político sufrido sea, a través de las elecciones, un medio para una sociedad más justa.