El masaje, una terapia táctil milenaria
Terapeuta describe sus beneficios y brinda recomendaciones para el momento de escoger a un masajista
Desde tiempos milenarios el masaje ha sido una herramienta terapéutica para aliviar el dolor y proporcionar relajación.
Y gracias a sus numerosos beneficios, con el paso del tiempo, se ha convertido en una técnica estructural de presión, frotación o golpes rítmicos que en la actualidad es estudiada y aplicada por terapeutas profesionales que se especializan en alguna de sus tantas técnicas.
“La terapia de masaje es una forma de terapia táctil que puede ayudar a aquellos que sufren de dolor crónico porque tiene la capacidad de reducir la tensión e inflamación muscular y aumentar la flexibilidad y el rango de movimiento de las articulaciones”, explica la reconocida terapeuta Lynda Solien-Wolfe, co-fundadora de la iniciativa “Massage makes me Happy” del Global Wellness Institute, cuyo objetivo es el de celebrar los poderes curativos de la terapia del masaje y promover sus beneficios a través de la investigación, educación, promoción y concientización global sobre ello.
Los poderes curativos del masaje
Las investigaciones han encontrado que la terapia del masaje puede proporcionar muchos beneficios que pueden mejorar ciertas dolencias y la salud en general. De acuerdo con Solien-Wolfe, entre estos beneficios, se encuentran:
Mejora el ánimo. El masaje disminuye la producción de la hormona cortisol, que se sube ante el estrés, al tiempo que aumenta la segregación de la serotonina y la dopamina, mejorando instantáneamente el estado de ánimo.
Combate el estrés. Como se explicó en el anterior beneficio, el masaje reduce la producción de la cortisol que se incrementa en altos niveles cuando se está bajo estrés.
Fuera de ello, de acuerdo con estudios efectuados por el Dr. Herbert Benson, co-fundador del Mind/Body Medical Institute en el Massachusetts General Hospital (MGH) en Boston y profesor de la Universidad de Harvard, el masaje ayuda a controlar diversos síntomas asociados con el estrés, como lo son la aceleración de los latidos del corazón, la respiración rápida y la tensión muscular.
Incrementa la productividad. Al reducir el nivel de estrés durante el día, los pacientes del masaje terapéutico pueden aumentar la eficiencia y la administración del tiempo.
Ayuda a combatir el insomnio. De acuerdo con las investigaciones del Dr. Alex Korb, neurocientífico de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), al incrementarse los niveles de la serotonina con el masaje, se propicia la producción de la melatonina, una hormona inductora del sueño.
Ayuda a reducir el dolor de espalda. Varios estudios han demostrado que el masaje puede resultar mucho más efectivo que los analgésicos cuando se trata de combatir el dolor de espalda, ya que éste puede ayudar a corregir diversas anomalías en los ligamentos y tejidos blandos que se tienen en esta zona del cuerpo.
Combate el dolor de cabeza. Muchos casos de dolores de cabeza son provocados por la simple tensión o rigidez en ciertos músculos del cuello y la espalda, que pueden ser relajados con un buen masaje terapéutico, aliviando así el molesto malestar.
Ayuda contra los dolores menstruales. Se sabe que el masaje en el vientre ayuda a controlar el dolor menstrual al relajar los tejidos del útero, reduciendo así la tensión y los espasmos causantes del dolor.
Quiénes pueden o no recibir la terapia de masaje
“La terapia de masaje es un tratamiento poderoso y seguro para casi todo el mundo”, asegura Solien-Wolfe. “Existe una amplia gama de técnicas y estilos que permiten que la terapia de masaje sea ejecutada en personas de todas las edades desde la infancia hasta los años dorados. Según las necesidades físicas y emocionales de cada paciente, el masajista puede adaptar la profundidad, longitud y presión del tacto a realizar para así asegurar lo que es más saludable y seguro para cada persona”.
Sin embargo, a pesar de su seguridad, el masaje no es recomendado en quienes están bajo algún estado febril, han tenido un trauma o fractura reciente, tienen una herida sin cicatrizar, sufren de venas varicosas avanzadas o padecen de una enfermedad infecciosa de la piel.
Ante esto último, los investigadores de la Clínica Mayo recomiendan consultar con el doctor de cabecera antes de someterse a una terapeuta de masaje.
Y para que la terapia de masaje sea lo más efectiva posible, Lynda Solien-Wolfe recomienda por su parte que una vez que se encuentre el terapeuta, se tenga con éste(a) una buena comunicación.
“Al momento de explicarle dónde se está experimentando el dolor es clave comunicarle también con claridad y sinceridad qué problemas de salud se tienen, qué intensidad de presión o de movimientos le provocan dolor e incomodidad”, concluye la terapeuta, que por más de dos décadas ha sido miembro de la American Massage Therapy Association.
Tips para escoger un masajista
Cuando se busca un masajista, Lynda Solien-Wolfe aconseja:
- Pedir recomendaciones de amigos o familiares.
- Buscar establecimientos que tengan buena reputación, estén bien cuidados y sean seguros.
- Asegurarse que el terapeuta seleccionado esté autorizado o certificado por el estado donde practica. Para esto hay que visitar la página web de la Federación estatales de terapia de masajes.