Oficina Forense comprometida a identificar hasta la última víctima del 9/11
Avances tecnológicos en investigación de ADN serían clave para el proceso de identificación de las más de 1,100 víctimas que aún faltan por confirmar
Hace 17 años todo cambió en la ciudad de Nueva York. Miles de neoyorquinos salieron de sus hogares como lo hacían habitualmente, sin embargo, la tragedia los tomó por sorpresa cuando dos aviones secuestrados impactaron el World Trade Center (WTC) en el Bajo Manhattan, destruyendo las Torres Gemelas.
Este 11 de Septiembre, las familias de los 2,753 fallecidos, de los cuales 258 eran hispanos, recuerdan a sus seres queridos, sin embargo, 1,111 de ellas, nunca han recibido una confirmación oficial de que su familiar esté entre los restos encontrados.
De acuerdo con la Oficina del Médico Forense de Nueva York (OCME), hasta el momento se han identificado 1,639 víctimas, lo que equivale al 60% de fallecidos. El 40% restante sigue siendo un reto que, aseguran, no finalizará hasta que se logre la identificación de los más de 7,000 restos que aún siguen en estudio, y que hacen parte de una investigación que incluye en total 21,905 que fueron recuperados tras el ataque.
La doctora Barbara Sampson, jefa de la OCME, aseguró que en 2001, su oficina se comprometió con las familias de las víctimas a hacer lo que fuera necesario, durante el tiempo que fuera necesario, para identificar a sus seres queridos.
“Esta identificación es el resultado de la dedicación incansable de nuestro personal a esta misión en curso”, explicó la doctora Sampson, quien hace parte del equipo de especialistas detrás de una de las investigaciones criminales más grandes en la historia.
Sin embargo, el proceso no ha sido fácil. El calor y las fuerzas destructivas de las llamas en las Torres Gemelas dejaron muchos restos demasiado dañados para identificarlos. Los avances tecnológicos, especialmente en investigaciones de ADN, son claves en la identificación y han ayudado a que, solo en el último año, el laboratorio haya realizado más de 100 identificaciones de ADN positivas, un trabajo que se ha convertido en una pasión para Mark Desire, director adjunto de Biología Forense de OCME.
“Como uno de los primeros criminalistas en la escena del 11 de Septiembre, este trabajo tiene un significado especial para mí”, dijo Desire. “Hemos podido utilizar lo que hemos aprendido de esta tragedia para ayudar a otras ciudades y países que han experimentado desastres, y hemos podido trabajar estrechamente con la industria de la tecnología para desarrollar y utilizar métodos que nos ayuden a identificar a todas las personas que perdimos”.
De acuerdo con Desire, el proceso de identificación del hueso implica tomar una muestra y molerlo en un polvo para liberar el ADN. Luego exponer el polvo a enzimas que multiplican cualquier ADN presente, lo que aumenta el tamaño de la muestra para la secuenciación.
Los restos permanecen bajo la jurisdicción de OCME, y se encuentran en un área reservada en la base del Museo del 9/11 en el World Trade Center, a la cual solo tienen acceso los trabajadores de esa oficina y los familiares de la víctimas.