Mexicanos en NYC ponen esperanzas de cambio en manos de nuevo presidente
Un día, hace 28 años, dejaron de ver a Andrés Hipólito Morales en el municipio San Juan Evangelista, en el estado de Veracruz, en el sur de México. Un cuñado le explicó que en Estados Unidos podría hacer sus sueños realidad. La inseguridad, la corrupción y la pobreza en la que vivía lo empujaron a empacar sus maletas y comenzar un viaje que aún no termina. Unos meses después, el señor Morales, de 50 años, celebraba la llegada de su esposa y tres de sus cuatro hijos.
Pero ahora, en medio de una mañana fría de otoño, su anhelo es regresar a su pueblo. Él y su familia subsisten vendiendo arreglos de flores y plantas en un pequeño local en Sunset Park, en Brooklyn, una de las zonas con mayor población mexicana en la Gran Manzana, donde comparten espacio y clientes con uno de sus “paisanos”, Juan Sánchez, quien en sus cuatro años en la zona, se ha convertido en paso obligado de los amantes de botas, sombreros y chalecos mexicanos.
Ambos, aseguran, están cansados de la discriminación y los retos de estar “lejos de casa”. Por ello, han puesto la esperanza de su regreso a México en manos del nuevo presidente de su país, Andrés Manuel López Obrador, quien comienza su administración de seis años este sábado.
“Él va por buen camino”, apuntó Morales, mientras cortaba un ramo de rosas que debía terminar antes de ir a buscar a sus cuatro nietos, todos nacidos en Nueva York, a la escuela. “Esperemos que trabaje duro contra la corrupción y que todos esos presidentes que han saqueado a México tengan su castigo”.
“Así será”, se escuchó gritar a Sánchez desde su silla, ubicada al fondo del angosto local ubicado en la calle 45 y la avenida Quinta, en medio del “Little Mexico o Pequeño México”, una comunidad en la que abunda la venta de tamales, tacos y quesadillas, y donde se habla español en cada esquina.
Los mexicanos son el tercer grupo de inmigrantes más grande en la ciudad con una población de 186,298, aproximadamente el 6.2% de la comunidad inmigrante, de acuerdo con datos del Departamento de Planificación de la Ciudad de la Ciudad de Nueva York.
Sandra Guzmán es una de ellas. Su hermana, Estepahie, es otra. Hace 11 años huyeron de Puebla, mejor conocida como la capital universitaria de México, donde los homicidios aumentaron un 36.8% en 2017 y donde aproximadamente se presentan más de 1,100 asesinatos al año. Para ellas, regresar no es una opción, pero esperan que la llegada del nuevo presidente las ayude a conseguir “más respeto y dignidad por parte del Gobierno americano”.
“Nosotros merecemos respeto porque si él [Presidente Trump] va a México y construye empresas, pues entonces nos tiene que respetar”, señaló Guzmán, mientras organizaba la caja de un restaurante de tacos, ubicado a pocas cuadras del parque principal de la zona. “Ojalá se ponga las pilas este nuevo presidente [López Obrador] y le conteste porque al final ellos todos ponen su cara, pero los que en realidad tenemos que sufrir somos nosotros”.
Para ella, López Obrador debe concentrarse en mejorar la economía y la seguridad. “Pese a que yo vivo aquí en Estados Unidos, creo que México tiene mucho futuro porque hay muchos lugares turísticos, mucho talento, pero no debemos engordar más a los peces grandes y en cambio deberíamos apoyar a la gente para que hayan más trabajos, mejores ingresos y para que ya la gente no tenga que emigrar para acá”.
¿Qué le piden los mexicanos de NYC a López Obrador?
“Mi mensaje para el nuevo Presidente es que se enfoque en la educación porque yo me fui de México porque no había dinero para ir a la escuela porque si tú no tienes influencia es posible que te gradúes pero luego no hay trabajo para pagar esos préstamos”, dijo Thelma Calixto, residente de Sunset Park, Brooklyn.
“Espero que el presidente López Obrador ayude a México a ser un lugar más seguro y próspero, donde la gente pueda estar tranquila”, dijo Idania Rápalo.
“Yo guardo la esperanza de que este presidente mejore las cosas para poder regresar a mi país, porque uno aquí está es encerrado. Pues aquí uno puede salir a la calle pero no puede dejar el negocio desatendido. La vida se le va a uno así”, dijo Juan Sánchez.
“Ojalá que haya más seguridad y mejores empleos para que la gente pueda tener una vida digna”, dijo Lisbeth Villasmil.