“El Chapo” y Emma Coronel pueden comunicarse a través de cartas con una estricta condición
La pareja no puede hablar por teléfono, no puede tocarse... pero
La historia de amor entre Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y su esposa Emma Coronel continúa, incluso desde la prisión de alta seguridad en Manhattan.
Ellos no pueden tocarse, no pueden hablar por teléfono, pero el juez Brian Cogan autorizó hace varios meses una forma en que la pareja continúe su relación: escribiéndose cartas.
Las misivas son revisadas a detalle, leídas, por autoridades penitenciarias, y en ellas Guzmán Loera y Coronel pueden hablar de sus asuntos en común, de la relación con abogados, decirse palabras de amor, pero nada sospechoso o considerado ilegal puede ser escrito.
Cuando la defensa de “El Chapo” quiso reducir las restricciones de confinamiento del mexicano, una de sus principales peticiones fue que mantuviera contacto con su esposa, pero el juez Brian Cogan dejó claro en 2017 que no podía dejar a un lado las dos fugas del presunto líder del Cártel de Sinaloa.
“Al Tribunal le resultaría muy difícil no reconocer que la segunda fuga de un centro de máxima seguridad en México, ampliamente divulgada por el acusado, se realizó bajo la vigilancia por video de 24 horas en aislamiento”, escribió Cogan en su fallo.
En aquel entonces se desconocía que Coronel participó en la organización de la fuga de Guzmán Loera, según Dámaso López Núñez, pero ahora sería prácticamente imposible intercambiar ese tipo de mensajes.
En su decisión, tras la cual se desconoce cuántas misivas han intercambiado, Cogan dijo que ambos pueden escribir sus cartas, las cuales son examinadas, para asegurarse de que no está enviando mensajes codificados para coordinar una fuga o dirigir un ataque contra los cooperantes.
En los intercambios, la pareja puede discutir la contratación y el pago de abogados o pueden ser “de naturaleza personal”, ya que eso no viola las normas.
En el juicio, los fiscales federales presentaron el testimonio de John Paul Osborn, un examinador de documentos, quien revisó cartas enviadas por Guzmán Loera en México a Dámaso López Núñez, alias el “Lic” o “Licenciado”, donde da instrucciones sobre tráfico de drogas, entre otras operaciones del cártel. También revisó una de las cartas a la examante Lucero Guadalupe Sánchez López, mejor conocida como la “Chapodiputada”.
No quedó claro si en el comparativo, el experto tuvo acceso a alguna de las cartas enviadas por Guzmán Loera a su esposa desde Nueva York.