Por fin grita independencia
Ricardo Arjona se libera de presiones externas en su nuevo álbum, 'Independiente'
Ricardo Arjona vive uno de los momentos más independientes de su vida.
Esa libertad, dice el cantautor de 48 años, es la que buscó durante mucho tiempo y, finalmente, ha logrado con la producción de su más reciente álbum, a la que precisamente dio el título de Independiente.
“Es un término peligroso”, explica. “Nos acostumbraron a decirlo pero no a lo que en realidad quiere decir. Las independencias siempre han tenido una cuota de rareza, porque fueron ficticias. Pero esta independencia en mí fue poder despojarme, en la medida de lo posible, de ese montón de cargas que la industria de las disqueras te pone encima”.
Por esa razón Arjona fundó la discográfica Metamorfosis, el mismo título que le ha dado al tour de conciertos con el que recorre varias ciudades de Estados Undos y Latinoamérica -el viernes y sábado se presenta en Los Ángeles en el el Teatro Nokia-.
“Este es el disco más importante de mi carrera”, asegura el intérprete de Te conozco, entrevistado hace unas semanas por teléfono desde la Ciudad de México, donde radica ocasionalmente. “Si no es el mejor, al menos sí es en el que más he trabajado”.
“Los discos con exceso de depuración pierden esa magia. Animal nocturno se hizo a la carrera, el tema Mujeres lo escribí un día antes de entrar al estudio de grabación, Primera vez la escribí en el baño…”, dice al hablar de algunas de las canciones del CD. “Independiente fue un disco con cantidad enorme de prisa pero también con cantidad enorme de frescura”.
Independizarse, dice el ganador de Grammy y Latin Grammy, le costó trabajo porque, aunque ha pasado de una disquera a otra durante su carrera, los presagios de terceros sobre su decisión no fueron demasiado alentadores.
“Al principio teníamos una fila enorme de escépticos, mucha gente apostaba en contra. Hoy las cosas han cambiado y todo va bien con Metamorfosis”, asegura.
Por su estilo musical y la lírica de sus temas, Arjona ha sido comparado con cantautores como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat e, incluso, con el fallecido Facundo Cabral.
Al respecto, asegura, son comparaciones que no le molestan aunque tampoco se las adjudica.
“Yo soy una especie de híbrido extraño sin quererlo ni pretenderlo”, comenta. “La gente no sabe dónde poner mis discos, si a la par de los cantautores o de los que hacen música pop, y a mí [eso] no me molesta en lo mínimo”.
Se define como un cantautor al que le gusta hablar sobre “ese sentimiento raro que es el amor” y, por otra parte, “me gusta hablar de las cosas que pasan socialmente” sin la obligación de quedarse en un estilo. “Escribo lo que quiero”, sentencia.
El intérprete de Jesús es verbo no sustantivo comentó que su nuevo disco “es un compendio de fotografías mías y de los que están a mi alrededor, de cuestiones emocionales o sociales que me golperaron”.
Esa exposición personal, sin embargo, deja de lado las experiencias de su exitosa carrera musical.
Arjona asegura mantener el éxito fuera de su hogar para, simplemente, ser el padre, la pareja, un ser humano como cualquiera.
“Lo mejor del éxito es no creértelo”, confiesa. “Yo no traigo a mi casa al cantautor, no hay fotos del artista que soy, ni los discos de oro o platino, no hay ni un trofeo, nada de eso. Lo único que hay son mis intrumentos musicales”.