Llamado a la igualdad retumba en celebración de campeonas mundiales en NYC
Cientos de hispanos asistieron a la fiesta que honró al equipo de femenino de fútbol de EEUU
La joven estudiante mexicana Jackeline Olivares hizo todos los esfuerzos posibles para poder obtener uno de los 1,400 boletos ofrecidos en línea y cumplir su sueño de tener cerca y vitorear al equipo de campeonas de la Copa Mundial 2019 de futbol femenino, en el homenaje realizado este miércoles en las escalinatas de la Alcaldía, en el Bajo Manhattan.
“Cuando me enteré que en la Alcaldía le harían un homenaje, apliqué, pero no obtuve el boleto. Pero igual, vine en la madrugada desde Westchester a apoyar a estas grandes deportistas. Soy fanática de Megan Rapinoe. Estoy feliz de poderlas ver, por lo menos desde aquí afuera cuando pasen en la caravana”, comentó eufórica la fanática.
Olivares fue uno de los centenares de hispanos que se encontraba en la marejada humana que congregó para presenciar el desfile encabezado por la victoriosa escuadra femenina y que se inició en Battery Park, y prosiguiendo sobre la avenida Broadway por la popular ruta conocida como el “Cañón de los Héroes” hasta llegar a City Hall. Allí, el alcalde Bill de Blasio y la primera dama, Chirlane McCray entregaron al equipo tetracampeón la llave de la Ciudad.
“Aquí estamos para celebrar la igualdad, creo que el mensaje es que este deporte no está hecho solo para hombres. Esto es un grito para decirle una vez más a Estados Unidos y al mundo que debemos ser inclusivos. Las mujeres, o cualquier género al cual pertenezcas, debemos ganar igual, no puede haber diferencias”, dijo Olivares quien también es deportista.
Y es que dentro de la muchedumbre variopinta, que cubrió varias cuadras del caluroso Bajo Manhattan, los mensajes a favor de la igualdad, subrayados con pancartas y vítores, fue el denominador más común, en medio de la controversia generada por las diferencias salariales entre los atletas masculinos y femeninos.
La peruana Rosa Ramírez y su hija Valerie, quienes salieron desde las 5:00 a.mz desde Astoria, en Queens, tampoco tuvieron la suerte de contar con boletos para el evento central, pero eso no les quitó energía para celebrar la victoria del ‘team’ estadounidense.
“Yo juego fútbol y voleibol en mi escuela. En casa amamos los deportes, mi sueño era verlas más de cerca, pero igual estamos aquí disfrutando. Yo quiero ser también una campeona“, expresó emocionada la estudiante de 11 años del Owncs Medium School, al lado de su madre, quien desde muy temprano no perdía la esperanza de estar más cerca de las homenajeadas.
Mujeres exigen misma oportunidades
Ubicadas a solo seis filas de la tarima dispuesta en frente de la escalinata del edificio municipal, las hermanas salvadoreñas, Lydia y Ericka Erazo, quienes sí lograron obtener sus boletos especiales de acceso, fueron testigos, con gran orgullo, de la ceremonia convertida en una fiesta neoyorquina que honró la destreza y la fuerza femenina en el deporte rey.
“Nos vinimos desde Lindenhurst (Long Island). Para nosotras es un privilegio poder estar aquí, celebrando no solo la victoria de un equipo, sino la posibilidad de hacer más visible la igualdad. Las mujeres exigimos las mismas oportunidades”, dijo Ericka quien comentó que no se pierde ningún encuentro futbolístico en donde participen mujeres en Nueva York o Nueva Jersey.
La estudiante dominicana Loren Torres, jugadora y fanática de voleibol, también acompañó la multitudinaria caravana con toda su familia resaltando que “no somos el sexo débil, también podemos ganar una Copa Mundial. Es hora de que a las mujeres nos tomen en serio en el deporte”