El FMI advierte que hay una desaceleración económica sincronizada
La nueva directora cifra en $700,000 millones las pérdidas en 2020 por la guerra comercial
Kristalina Georgieva, la nueva directora gerente del FMI, no ha podido empezar su mandato al frente de la organización con buenas noticias. El equipo económico del Fondo espera que 2019 se cierre como un año de menor crecimiento “en casi el 90% del mundo”.
A diferencia de hace dos años, cuando se veía un crecimiento sincronizado global, ahora la sincronización es hacia la desaceleración.
“El crecimiento este año caerá a su rimo más bajo en desde el principio de la década”, explicaba el martes Georgieva en su primer discurso previo a la reunión anual del Fondo. Hay que recordar que al principio de la década se estaba luchando por salir de los efectos de la Gran Recesión. La semana que viene, y en el marco de esa reunión, se conocerán en detalle las previsiones económicas de esta organización pero Georgieva ya ha anticipado que se revisan a la baja para 2019 y 2020.
Los motivos son variados pero la directora gerente enfatizó como primer problema el proteccionismo en materia de comercio y unas disputas que están afectando al crecimiento. ¿Cuánto? Georgieva dice que todo el mundo “pierde en las guerras comerciales” y apunta que las pérdidas globales que se acumulen por los efectos de esta serán de unos $700,000 millones en 2020.
Es una cantidad que equivale a la economía entera de Suiza.
EEUU dió comienzo a una política proteccionista protegiendo a los productores nacionales de acero y aluminio con aranceles a la importación extranjera de estos productos y la escalada ha ido en aumento además de ser contestada con represalias por parte de China, la UE, Canadá y México en mayor o menor medida.
“La incertidumbre, por el comercio, pero también por el Brexit y las tensiones geopolíticas están restando potencial al crecimiento económico”. dijo. La economista búlgara explicó que incluso si el crecimiento se recupera en 2020, “las actuales desavenencias pueden provocar cambios que se dejen sentir durante toda una generación”.
Desde el FMI se llama a una coordinación de la respuesta para arreglar estas fracturas y la primera medida es “desatar la capacidad de generación de crecimiento del comercio”, según propuso Georgieva. La economista explicó que todo el mundo “pierde en una guerra comercial” y que se requieren decisiones difíciles y voluntad política para que haya un cambio.
Riesgo de gran impago
Desde el FMI se reconoce que es difícil estar al frente de la autoridad monetaria pero advierte de los efectos negativos y consecuencias no deseadas de tasas de interés bajas durante mucho tiempo. “En algunos países los negocios están usando estas tasas para aumentar su deuda y comprar y fusionar actividades en lugar de invertir”, apuntaba Georgieva.
El análisis del Fondo indica que si hubiera una crisis la deuda corporativa en riesgo de impago podría ascender a $19 billones (trillions en inglés), es decir el equivalente a casi el 40% de la deuda total de ocho grandes economías. Son cantidades más elevadas que las vistas durante la crisis financiera.