Denuncian arrestos tras sepelio de Payá
Se dice que hubo entre seis y 10 detenciones, pero que podrían ser más
LA HABANA, Cuba (EFE).- El opositor cubano Oswaldo Payá, fallecido el domingo en un accidente de tráfico, fue enterrado ayer en el Cementerio Colón de La Habana, donde la disidencia interna denunció varias detenciones tras el funeral.
Más de 300 personas acompañaron el féretro en los últimos servicios religiosos después del funeral oficiado por el cardenal cubano, Jaime Ortega, en la parroquia a la que Payá solía acudir.
Precisamente tras ese acto religioso y cuando los asistentes comenzaron a desplazarse al cementerio se produjeron en el entorno de la parroquia varias detenciones, entre ellas la del periodista independiente Guillermo Fariñas, según dijo Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
Este grupo hasta el momento ha constatado entre seis y 10 arrestos, aunque no descarta que puedan ser más.
Ya en el Cementerio de Colón, familiares, amigos, religiosos y miembros de la disidencia acompañaron el cortejo fúnebre este mediodía desde la entrada del camposanto hasta la bóveda familiar con cantos eclesiásticos y rezos mientras algunos hacían con sus dedos la señal de libertad.
Decenas de personas congregadas en la capilla principal del cementerio despidieron a Payá con una ovación al final del breve oficio religioso que encabezaron allí los obispos auxiliares de La Habana y amigos de la familia, monseñor Alfredo Petit y monseñor Juan de Dios Hernández.
La viuda de Payá, Ofelia Acevedo, agradeció en la despedida de duelo la compañía y colaboración de “los hermanos de la oposición” tras el fallecimiento del líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), así como a sus compañeros en esa organización y colegas laborales.
“Su trabajo callado con el pueblo de Cuba, con la gente, hizo posible el Proyecto Varela, ha hecho posible el Proyecto Heredia y seguirá haciendo y dando frutos hasta conseguir finalmente que los cubanos accedamos a los derechos”, afirmó Acevedo.
Asimismo resaltó que los documentos y propuestas de unidad legados por Payá a través de los años significan una “base común” y una de las vías posibles a seguir dentro de la lucha de la oposición en Cuba.
El opositor, que falleció a los 60 años, fue trasladado el lunes hasta La Habana por carretera desde Bayamo, a más de 750 kilómetros al este de la capital cubana, donde el domingo se produjo el fatal accidente de tráfico que acabó con su vida y con la del también cubano Harold Cepero, de 31 años y miembro del MCL.
La capilla ardiente de Payá quedó instalada el lunes en la parroquia de El Salvador del Mundo, en el barrio habanero del Cerro, que era el templo al que solía acudir habitualmente junto a su familia.
Esa iglesia se mantuvo abierta durante toda la madrugada a la espera del funeral oficiado allí por el cardenal Ortega.
En su homilía, el cardenal afirmó que Payá no se alejó de su práctica religiosa por su “clara vocación política”, viviendo “el papel desgarrador de ser un laico cristiano con una opción política en total fidelidad a sus ideas, sin dejar por esto de ser fiel a la Iglesia”.
Con la muerte de Payá, la disidencia cubana pierde a uno de sus líderes más notables y respetados dentro y fuera de la isla.
Payá fue el primer opositor cubano que recibió el premio Sájarov del Parlamento Europeo en 2002 tras impulsar el “Proyecto Varela”, una propuesta para la transición democrática en la isla que presentó en el Parlamento con el aval de miles de firmas.