Washington inicia la semana sin acuerdo para un estímulo
Los legisladores tratan de negociar el contenido de un acuerdo marco de $900,000 millones
El Congreso está negociando mientras los ciudadanos más afectados por la crisis económica generada por la COVID están al borde del precipicio. Aunque ha habido meses para encontrar soluciones para desempleados, personas que no pueden pagar sus alquileres y los déficits fiscales de estados y municipios, los congresistas seguían sin llegar a un acuerdo al cierre de esta edición el lunes sobre medidas contra la crisis.
Los legisladores están debatiendo además la financiación del Estado para los próximos meses puesto que la que existe vence el sábado. Sin ella se cerraría el Gobierno como ha ocurrido ya en otras ocasiones. Y si nunca es bueno que eso ocurra, en esta ocasión es sin duda el peor momento.
Según Politico, se está considerando dar un balón de oxígeno a estas negociaciones extendiendo la financiación hasta el día 18 y así tener tiempo para negociar dos textos cruciales para la economía: el uno mantendría el Gobierno abierto y el otro echa una mano a los estadounidenses en esta larga crisis. Se esperan soluciones a lo largo de la semana.
El problema que tienen los legisladores es que siguen sin encontrar un acuerdo dentro del marco alcanzado la semana pasada por un grupo bipartidista para un estímulo de unos $900,000 millones. Pese al clamor popular por un nuevo cheque de $1,200 o la cantidad que se estableciera, este paquete carece de esta ayuda directa. Legisladores como Alexandria Ocasio Cortez y Rashida Tlaib, entre otros políticos presionan para ello.
El paquete –, que es una ayuda de transición para los demócratas a la espera de que un nuevo gobierno quiera explorar otras vías de solución–, permitiría dar una red de protección a desempleados con $300 semanales más en el seguro de colecta, lejos de los $600 de la primera línea de ayuda.
Se aspira a seguir cubriendo con esta paga por desempleo a quienes a partir del 26 de diciembre se quedarían sin ella, aunque no está claro por cuántas semanas. Se estima que unos 13.4 millones de trabajadores sin empleo podrían perder las ayudas que reciben en esa fecha, dejando que muchas familias cayeran en una pesadilla financiera.
La situación creada por la COVID ha generado más complicaciones, una de ellas es la que se avecina que llegue cuando se levanten las moratorias de desalojos por pago de rentas. La respuesta a esta crisis en particular exige una ambición entre los legisladores que hace meses que no se ve.
El paquete bipartidista que ahora se negocia establece unas transferencias de $160,000 millones de ayuda a municipios y estados que pueden establecer líneas de ayuda para evitar que familias enteras se queden sin techo en este invierno de pandemia.
Se volvería reactivaría el programa de préstamos a las empresas parcialmente perdonable, el PPP.
Los republicanos quieren que además se establezcan límites a la responsabilidad de las empresas por los contagios de la COVID, un punto que siempre ha sido contencioso para los demócratas que piden mayores medidas de seguridad en el empleo.
Desde el Gobierno, el secretario del Tesoro ha intervenido en las negociaciones con los líderes del Congreso en las últimas semanas pero desde la presidencia no se ha hecho ninguna referencia a la grave crisis económica.
Los analistas de Oxford Economics anticipan que la economía estará mal en los próximos seis meses más o menos. “El momento del apoyo fiscal y cómo se mejore o deteriore la crisis de salud determinará si se puede evitar una doble recesión”, explican.