Comercio no virtual, otro frente vital para latinos dañado por la COVID
Esta comunidad ocupa un 31% de los empleos en el comercio
Para hablar de las ventas al por menor en la ciudad hay que robarle una línea al escritor Charles Dickens, ha sido el mejor de los años y el peor de los años. El mejor para las ventas en comercio electrónico, el peor para los comerciantes con locales en las calles de los barrios de la ciudad sobre todo los que venden ropa, material deportivo, libros, música y mercancías en general.
Y en este 2020 esto ha perjudicado a muchas familias latinas ya que el 31% de la fuerza laboral del sector pertenece a esta comunidad, el porcentaje más alto de todos los que trabajan en tiendas.
En el año de la COVID esta área de la economía ha perdido muchos puestos de trabajo según revela un informe del contralor del estado, Thomas DiNapoli. Según este estudio el año pasado 32,600 negocios empleaban a 344,000 personas que cobraban como media $16 la hora. El 44% de ellos inmigrantes.
En abril, con los cierres el empleo se redujo a 245,000 y en octubre con las sucesivas aperturas de actividad ya estaban trabajando 309,000, es decir que no se ha llegado a la completa recuperación en el empleo cuando las autoridades ya están empezando a advertir de nuevos cierres.
Uno de los mayores problemas ha sido la caída del turismo y el hecho de que Nueva York sea un destino de compras que ahora se ha quedado sin los que vienen con pasaporte o de fuera del estado.
El empleo en tiendas de ropa y accesorios, la más perjudicada por la caída de ventas, aún está un 40% por debajo del nivel del año anterior. En el caso de supermercados u otras tiendas de alimentación el empleo no se ha visto afectado por ser negocio esencial.
Lo que, en paralelo, también se resiente es la recaudación de impuestos de ventas salvo en el caso de las compras en la red.
DiNapoli recuerda que las firmas de venta al por menor han estado asistidas por programas de ayuda federal como el Paycheck Protection Program (PPP), Economic Injury Disaster Loans (EIDLs) y el programa de condonación de deuda de la SBA (Small Business Administration).
En el caso de los préstamos PPP más del 52% de los comerciantes al por menor fueron aprobados para uno de estos préstamos que pueden ser total o parcialmente condonados.
La oficina de DiNapoli explica que ampliaciones de estos programas u otros similares federales, dada la situación más complicada de las cuentas del estado de Nueva York o la ciudad, pueden ayudar a pagar por la mano de obra u otros gastos que puedan mantener los negocios. En este sentido se señala que la caída de ventas junto con los elevados costos de los alquileres comerciales son una preocupación.