Los peores momentos para comer carbohidratos, según expertos nutricionistas

No todos los carbohidratos son iguales, ni todos los momentos son ideales para consumirlos. Aprende a elegir con inteligencia y cuidar tu salud

Pasta

Crédito: Foto de Lisa Fotios en Pexels | Pexels

Recientemente la relación entorno al consumo de carbohidratos se ha salido un poco de control. Y aunque existen suculentas variantes que pertenecen a esta categorías de alimentos, en los últimos meses nos han hecho odiarlos.

Sin embargo es fácil ver dónde se origina esa confusión amor-odio: los carbohidratos son catalogados como la principal fuente de energía de nuestro cuerpo y después de que se descomponen en glucosa o azúcar en la sangre. Por otro lado, los carbohidratos aumentan la insulina, lo que hace que nuestro cuerpo retenga grasa y es por ello que se suelen relacionar con el aumento de peso. Y claro también porque es bien sabido que no todos los tipos de carbohidratos son iguales.

De tal modo que la mejor manera de controlar los efectos de los carbohidratos en el organismo, será descubrir los mejores y peores momentos para consumirlos, también es importante evitar el consumo de las peores fuentes de carbohidratos para el cuerpo (es decir los altamente procesados, azucarados y refinados). A continuación basado en la opinión de expertos y nutricionistas, estos son los momentos que se han identificado como los peores para consumirlos. 

1. Sentado en el sofá viendo tv

Claro que el organismo necesita de los carbohidratos para hacer frente al día y sus diversos ámbitos, como el laboral, escolar y los entrenamientos. Sin embargo es indispensable cambiar nuestra percepción sobre ellos, es decir cuando entendemos que son nuestra principal fuente de energía, se vuelve más fácil entender sobre los mejores y peores momentos para consumirlos. Y sin lugar a dudas una de las situaciones que hay que evitar, es cuando ya no necesitamos energía y para la mayoría de nosotros es por la noche sentados en el sofá. De hecho se ha comprobado que es una de las prácticas más recurrentes para consumirlos cuando finalizamos el día y queremos “relajarnos”, y es justamente cuando el metabolismo ya se está apagando y nuestro cuerpo termina almacenando los carbohidratos en forma de grasa, pues no tiene sentido quemarlos como combustible.

Crononutrición
Pasta./Foto: Getty images

2. Tres horas antes de dormir

Una de las mejores desiciones que puedes tomar por tu salud, es adquirir el hábito de limitar el consumo de carbohidratos dos o tres horas antes de ir a la cama. Los especialistas en nutrición recomiendan mantener los refrigerios nocturnos, con una cantidad que no sobrepase los 15 gramos de carbohidratos. La razón es simple, debido a que el papel principal de los carbohidratos en el cuerpo es la energía y el cuerpo no la utilizará durante el descanso, los carbohidratos se almacenarán como grasa. Evitar el consumo de alimentos ricos en carbohidratos antes de dormir, también es un buen hábito para apoyar la digestión, la salud metabólica y la calidad del sueño. Finalmente se traduce en darle la oportunidad al cuerpo de  digerir y extender el ayuno durante la noche, lo que puede beneficiar el azúcar en la sangre y la sensibilidad a la insulina.

Carbohidratos nocturnos. /Foto: Shutterstock

3. Temprano en el día

Recientemente con todo el revuelo que ha causado el consumo de carbohidratos, mucho se ha dicho sobre una forma contraria a la intuición de la sincronización de los carbohidratos llamada “recarga de carbohidratos” para perder peso. La idea detrás de esta dieta de moda es reducir significativamente los carbohidratos que se ingieren temprano en el día, sobre todo en el desayuno y el almuerzo, y consumir la mayoría de los carbohidratos más tarde en el día (para la cena). Se cree que esto optimiza la sensibilidad natural a la insulina del cuerpo, lo que hace que la pérdida de peso sea más eficiente. Se cree que al consumir carbohidratos en las horas posteriores al ejercicio durante el día, serán mejor absorbidos por los músculos. Es un concepto similar al ayuno intermitente y la dieta cetogénica. Independientemente del tipo de sincronización de carbohidratos que siga, la clave es “centrarse en los carbohidratos complejos. Lo más importante es reducir o eliminar los carbohidratos refinados de la dieta, son alimentos altamente inflamatorios y pueden provocar una mala salud intestinal y un crecimiento excesivo de cándida, y claro aumento de peso. 

sin azúcar
Desayuno sin carbohidratos. /Foto: Shutterstock

4. Si eres diabético o estás tratando de perder peso

Si existe un grupo vulnerable ante el consumo de carbohidratos son las personas que padecen prediabetes y diabetes. De hecho una de las principales recomendaciones respecto a la dieta, es limitar la cantidad de granos y frutas que consumen, y con mayor énfasis deberán evitar los carbohidratos procesados ??y el azúcar agregada, además de las bebidas azucaradas. Otra circunstancia muy importante a considerar para reducir los carbohidratos es si estás buscando perder peso. Esto no quiere decir que tengas que recurrir a la dieta cetogénica, que puede ser muy restrictiva y extrema para algunos, sin embargo es importante elegir únicamente las fuentes de carbohidratos complejos y controlar las porciones. 

Ingesta de carbohidratos. /Foto: Pexels

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