Vladimir Putin y su anillo de Super Bowl: Así obtuvo el mandatario ruso una de las joyas más preciadas de la NFL por lo que casi desata un conflicto internacional
El peculiar momento sucedió en 2005, en una reunión entre el primer ministro ruso y empresarios estadounidenses con la finalidad de fortalecer las relaciones entre ambos países
A pesar de que hoy en día figura por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, Vladimir Putin protagonizó una acción que pudo desencadenar un conflicto internacional, luego de que se ‘robara’ un anillo de Super Bowl hace algunos años.
El peculiar momento sucedió en 2005, en una reunión entre el primer ministro ruso y empresarios estadounidenses con la finalidad de fortalecer las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, que en aquel momento estaba presidido por George Bush.
La reunión en donde estaba Robert Kraft, dueño de los Patriots de New England, se llevó a cabo en el Palacio Konstantinovsky, cerca de San Petersburgo y allí se dio el peculiar pero tenso momento en el que Sandy Weil, para aquel momento presidente de Citigroup, le sugirió a Kraft que le mostrara su anillo del Super Bowl XXXIX a Putin.
El mandatario Ruso quedó fascinado con el anillo y luego de apreciarlo lo guardó en su bolsillo en lugar de devolverlo, tal y como asegura el libro The Dynasty, escrito por Jeff Benedict que relata este peculiar momento.
Al ver que Putin no devolvió el anillo, Kraft y su equipo le informaron a distintos medios de comunicación lo sucedido, consiguiendo que la noticia se viralizara rápidamente.
Sin embargo, y para evitar un conflicto internacional, el gobierno de Estados Unidos le pidió a Kraft que le obsequiara el anillo al mandatario ruso y ante la solicitud decidió declarar públicamente un mensaje en donde oficializaba que se trataba de un obsequio.
“El presidente Putin, un gran fanático de los deportes, bien informado, quedó claramente cautivado por su singularidad. Decidí darle el anillo como símbolo del respeto y la admiración que tengo por el pueblo ruso y su liderazgo”, declaró Kraft, poniéndole fin a la polémica situación.