Fiscalía de NY demanda a compañías de autobuses escolares por “envenenar” el aire en vecindarios de Brooklyn con altas tasas de asma
La querella detalla que se descubrió que 614 unidades de transporte que operan en Brooklyn, dejaron los motores encendidos, más tiempo que el reglamentado, mientras estaban estacionados
La Fiscal General de Nueva York, Letitia James, anunció una demanda contra tres compañías de autobuses de la ciudad de Nueva York, por generar contaminación del aire en vecindarios en donde mayoritariamente viven personas de color.
La acción judicial argumenta que han violado las leyes ambientales de la ciudad y el estado, al dejar más minutos que lo reglamentado a decenas de motores encendidos mientras estaban estacionados.
La querella apunta hacia tres empresas de autobuses escolares, operados por Jofaz Transportation, Inc., 3rd Avenue Transit, Inc. y Y&M Transit Corp., Inc.
Estas firmas en conjunto operan 614 unidades de transporte y tres patios de autobuses de Brooklyn.
La demanda, presentada en la Corte Suprema del condado de Brooklyn, alega que desde septiembre de 2019 estas empresas de transporte violaron constantemente la ley del estado de Nueva York, que prohíbe el ralentí durante más de cinco minutos.
Esto significa, con base a la denuncia, que dejaron por más tiempo de lo exigido por las normas, los motores encendidos de sus unidades de transporte, cuando estaban sin desplazarse.
El ralentí es una fuente significativa, y generalmente innecesaria, de emisiones de toxinas, con un estimado de 130,000 toneladas de dióxido de carbono emitidas en la ciudad de Nueva York cada año.
La ley de la ciudad de Nueva York prohíbe el ralentí durante más de un minuto en las cercanías de las escuelas, con ciertas excepciones.
En este procedimiento, la fiscal general busca sanciones monetarias y una orden judicial que exija a las empresas que se aseguren de que sus conductores cumplan con las leyes y capaciten a los empleados sobre los impactos en la salud y el medio ambiente de la contaminación por diesel.
Casos específicos
Por ejemplo, la fiscalía documentó que entre el 4 de septiembre de 2019 y el 31 de diciembre de 2019, un autobús escolar de Jofaz estuvo inactivo durante al menos 10 minutos en un patio de autobuses en Red Hook, Brooklyn, en 82 ocasiones diferentes en 42 días diferentes.
Este patio de autobuses está muy cerca de Red Hook Houses, que es el desarrollo de viviendas públicas más grande de Brooklyn con más de 6,000 residentes.
“Con demasiada frecuencia, vemos que las empresas emiten estos contaminantes peligrosos en comunidades de bajos ingresos o comunidades de color, sin consecuencias. En este caso, son nuestros niños de color los que están sufriendo los impactos y, como resultado, experimentan niveles récord de asma”, destacó James.
La fiscalía de Nueva York también precisa en un comunicado que durante ese mismo período de tiempo, “30 autobuses escolares de Jofaz estaban inactivos cerca de la Escuela Pública 140 en Bedford-Stuyvesant durante al menos 10 minutos cada uno, para un total de 285 momentos diferentes durante 65 días”.
Más del 90 por ciento de los estudiantes de este centro escolar son negros o latinos.
Más asma en barrios pobres
Según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., justamente este vecindario se encuentra en el percentil 92 del país en cuanto a niveles de partículas de diésel. Y tiene índices de asma infantil en una alta tasa, es decir entre 70 al 80.
La gran mayoría de los impactos en la salud de la exposición de agentes contaminantes, en función al reporte de la fiscalía, se sienten en comunidades de bajos ingresos y comunidades de color en la Gran Manzana.
“Los niños en las áreas de alta pobreza del centro de Brooklyn, el sur del Bronx y el norte de Manhattan tienen tres veces más probabilidades que los niños en otras áreas de la ciudad de ser diagnosticados con asma”, se recordó en un informe.
La acción fue respaldada por líderes electos y organizaciones comunitarias que coionciden en que lo más relevante, es que se está enviando un poderoso mensaje a la ciudad y a todos los posibles infractores.
En este sentido, Marco A. Carrión, director ejecutivo de la organización El Puente concluyó que “nuestras comunidades han sufrido durante demasiado tiempo las dolencias causadas por los altos niveles de contaminantes, junto con leyes que no se aplican y, a menudo, son ineficaces”.
Al cierre de esta edición, las tres compañías de transporte demandadas, habían declinado hacer comentarios a medios locales.
4 detalles técnicos que precisa la demanda:
- Los autobuses escolares al ralentí emiten numerosos contaminantes del aire, incluyendo partículas PM2.5 llamada así porque tiene 2.5 micras de diámetro, comúnmente llamada hollín, óxidos de nitrógeno (NOx), óxidos de azufre (SOx) y compuestos orgánicos volátiles (COV), que interactúan con el medio ambiente para formar smog.
- Los autobuses de diésel son particularmente “sucios” en el sentido de que emiten significativamente más PM2.5 que los autobuses que funcionan con gasolina.
- El hollín y el smog causan y/o empeoran las enfermedades cardiovasculares y enfermedades respiratorias, como el asma, y contribuyen a otros riesgos para la salud, como cáncer de pulmón.
- Los niños, debido a que aún se están desarrollando, son especialmente vulnerables a estos riesgos para la salud.