Toda una maquinaria en NYC ayuda a excarcelados a ser productivos

El Departamento de Libertad Condicional de la Ciudad de Nueva York expande sus recursos y sus alianzas con organizaciones comunitarias para evitar la reincidencia y transformar vidas

Aylin Restituyo cometió un error que la hizo conocer el sistema de justicia. Ahora ayuda a mujeres a conectar con servicios que las ayuden a recuperar sus vidas.

Aylin Restituyo cometió un error que la hizo conocer el sistema de justicia. Ahora ayuda a mujeres a conectar con servicios que las ayuden a recuperar sus vidas.  Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

La dominicana Aylin Restituyo, cuando acababa de cumplir 18 años, cometió un error que la llevó a estar impactada por el sistema de justicia penal de Nueva York. Hoy en libertad plena, con su vida reconstruida, es una activa trabajadora comunitaria, que ayuda a las mujeres, y a quienes se identifican como tal, a buscar senderos de ayuda, como líder bilingüe de la Women`s Prison Association (WPA) fundada en 1845. 

La verdad es que a pesar de las profundas reformas realizadas en Nueva York, sobre cómo alguien que ha tenido problemas con la justicia, puede encarar procesos de libertad condicional y supervisión previa al juicio, la reinserción comunitaria para esta población, sigue siendo dura. Muy dura.

“Lo más importante para mí, es que en este caso, la población femenina entienda de una vez por todas, que en nuestra ciudad hay recursos que le permiten rehacer su vida. Lo que he visto es que muchas personas  no se acercan a buscar información por miedo. Pero les puedo decir que sí hay recursos, que sí pueden reorientar su vida”, remarcó Aylin.

La joven isleña se siente orgullosa de ser un ejemplo de transformación. 

Pero lo más importante, es que ella se siente como un factor valioso para multiplicar en inglés y en español, que desde la WPA, la población femenina, que tuvo alguna interacción con la justicia, tiene acceso a recursos gratuitos muy valiosos.

“Nos enfocamos en la salud mental. Si no se atiende este tema, es muy complicado avanzar en cualquier otro aspecto. Nosotros podemos motivar por muchos medios, pero si no existe una decisión personal, casi nada puede pasar”.

Al igual que la WPA, decenas de organizaciones dirigidas a grupos específicos, ofrecen rutas de cambio a este tipo de población.

La libertad condicional es el proceso mediante el cual el Tribunal ha determinado que un individuo puede evitar la prisión o la cárcel y permanecer en la comunidad bajo la supervisión de la Ciudad.

El Departamento de Libertad Condicional (DOP) de NYC organizó una ferias de recursos sobre salud y armonía en el corazón de El Bronx. (Foto: F. Martínez)

Salud y armonía

Aylin formó parte esta semana, de una feria de servicios de salud y bienestar que acercó esta semana a los vecindarios de El Bronx, a las opciones que ofrecen agencias municipales y organizaciones sobre salud y armonía, a personas que han estado afectadas por el sistema de justicia.

La Ciudad de Nueva York a través del Departamento de Libertad Condicional (DOP), ante el persistente escenario de historias de personas, que se les siguen cerrando puertas por el poderoso estigma, que significa haber estado en una cárcel o en una prisión, organizó la 25ª Semana anual de Supervisión Previa al Juicio, Libertad Condicional y Libertad Condicional (PPPS), en el corazón de El Bronx.

En esta jornada de acceso a servicios, dirigido a personas que han estado impactadas por la justicia, se ambiciona por muchos caminos ayudar a reducir la reincidencia, brindar capacitación laboral, empleo, vivienda y un espacio seguro.

“La Semana PPPS crea conciencia sobre el trabajo crucial realizado por nuestros oficiales y personal de libertad condicional. Además reconoce la invaluable experiencia, perspectivas, compasión, compromiso, resiliencia y su impacto”, dijo Juanita. N. Holmes, comisionada de DOP.

Esta agencia municipal se dedica a mejorar la seguridad pública y reducir la reincidencia criminal, brindando a las personas supervisión, apoyo y oportunidades de crecimiento personal eficaces e individualizados. 

El otro lado de la justicia

En toda esta dinámica de recursos, para las personas que han cruzado la línea de justicia penal en Nueva York, la hispana Marcia Hernández forma parte del equipo de soporte de programas del DOP. Asegura sentirse orgullosa de ser testigo “del otro lado de la justicia”, en donde centenares de organizaciones son capaces de conectar con oportunidades de trabajo, vivienda, y asesoría en temas de adicciones y salud mental.

“He visto con mucha emoción, como personas de todas las nacionalidades pueden dar un giro a su vida, inclusive a través de los diferentes programas pueden graduarse, empezar a trabajar e incluso integrarse al trabajo comunitario en nuestra agencia. Y ayudar a las personas, que han pasado por situaciones similares, con más cercanía y pasión”, comenta.

Marcia recuerda que a través del DOP facilitan comida, ropa y herramientas para esta población que generalmente pasa por momentos muy complicados cuando sale en libertad.

Marcía Hernández forma parte del equipo de DOP y se siente orgullosa de formar parte del “otro lado de la justicia”. (Foto: Fernando Martínez)

Hay esperanzas

Hay muchos testimonios de cómo este paquete de programas y de organizaciones que los lideran, cristaliza cambios positivos, para quienes han tenido algún tipo de interacción con el sistema de justicia penal, para convertirlos en ciudadanos productivos y respetuosos de la ley. 

Como razona la activista isleña Aylin Restituyo, será un proceso muy largo, para que se logre una integración masiva y armónica de las personas, que por cometer un error, deben enfrentar un juicio, prisión, cárcel. Y luego una terrible discriminación cuando vuelven a las calles.

Ahora, hay esperanzas. Hay recursos, que tenemos que darlos a conocer. Y debemos siempre recordar que son precisamente las mujeres de color, hispanas y negras las que más desproporcionadamente terminan afectadas, por el sistema de justicia criminal”, recordó la activista.

En Nueva York, la libertad condicional se administra localmente bajo la supervisión general del estado. En la actualidad, el Departamento de Libertad Condicional de la ciudad de Nueva York ocupa el segundo lugar en tamaño después de su contraparte en el condado de Los Ángeles.

De esta manera, la filosofía de esta agencia de acuerdo con sus estatutos es que la “libertad condicional se convierte en una etapa de oportunidades dentro del sistema de justicia y en un momento para crear un ‘nuevo ahora’ altamente individualizado.

Mujeres al filo del riesgo

Como cuenta la puertorriqueña Elizabeth Quiñones, de 60 años, hace tres décadas, tratándose de defender de las golpizas de su esposo, de forma accidental, le terminó quitando la vida en una pelea a cuchillos. Asegura que la mirada de la justicia era muy diferente. Recuerda como si hubiese sucedido ayer, que no hubo ningún tipo de consideración, porque era una evidente víctima de la violencia doméstica.

Yo para el sistema fui una asesina y punto. Maté a mi pareja. Obviamente por falta de abogados adecuados y ser uno tan ignorante, te hundes fácilmente, si cometes un error. Cuando salí en libertad condicional, no encontré esta ayuda que hay ahora. Todo fue drogas, calle y sufrimiento. Nadie te quiere emplear. Nadie te quiere rentar, ni un sótano, lleno de ratas”, describió.

Mientras Elizabeth comparte su devastadora historia, en los hechos, actualmente la población femenina en las cárceles de la Gran Manzana está creciendo. 

Mientras que hace cuatro años, había en plena pandemia, 203 mujeres bajo custodia del Departamento de Correccionales de la Ciudad de Nueva York (NYC DOC), hasta el primer trimestre de 2024, esa cantidad trepó a 378. Más del 80% son negras e hispanas, de acuerdo con una data compartida por el Centro de Justicia Vera.

Pero detrás de este número, hay realidades poco descritas, que tienen que ver con historias de abuso sexual, agresiones y violencia tras las rejas, que ha puesto en alerta a un grupo de 15 mujeres miembros del Concejo Municipal, quienes enviaron una carta el pasado mes de abril al gobierno municipal, para abrir la posibilidad de liberar a la mayor cantidad de detenidas posible, especialmente a quienes por meses esperan un juicio.

A la fecha no hay respuesta a este requirimiento.

Los recursos:

  • Para conocer los recursos que tiene del Departamento de Libertad Condicional de NYC (DOP) llame al (212) 510-3700 o conecte con: nyc.gov/site/probation
  • Para información sobre los servicios en los cinco condados de la Asociación de Mujeres en Prisión (WPA) siga el web site:  wpaonline.org
  • Para acceder a los programas que ofrece una organización como Hope for Prisoners conecte con hopeforprisoners.org

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