Conoce los efectos de la cúrcuma en el hígado y los riñones
El consumo de la cúrcuma trae efectos benéficos para diversos órganos del cuerpo, pero debe consumirse con moderación
La composición de la cúrcuma contribuye a desinflamar el hígado y los riñones. Crédito: Shutterstock
La cúrcuma es una especia apreciada en cocina con un alto valor medicina por su composición rica, vitaminas, minerales y compuestos beneficios para la salud.
Hay un compuesto llamado curcumina, que le da propiedades antiinflamatorias y antioxidantes a la cúrcuma comprobadas por la ciencia. Es así como el consumo de la cúrcuma trae efectos benéficos para diversos órganos del cuerpo, pero debe consumirse con moderación, ya que también puede ser contraproducente en el hígado y los riñones.
Conoce los efectos de la cúrcuma en el hígado y los riñones
Beneficios para el hígado
Consumida en la cantidad adecuada, la cúrcuma puede generar tiene efectos desinflamatorios que ayudan al buen funcionamiento de algunos órganos del cuerpo como el hígado.
- La curcumina tiene propiedades para la regeneración hepática dañadas, por lo que se recomienda en casos de lesiones hepáticas o enfermedades crónicas.
- Es fuente de poderosos antioxidantes: que ayudan ayudando a neutralizar los efectos de los radicales libres y contribuye a reducir el estrés oxidativo en las células hepáticas. Previniendo los daños causados por toxinas y enfermedades.
- Los efectos antiinflamatorios de la cúrcuma contribuye a combatir enfermedades hepáticas, como la cirrosis y la hepatitis.
Beneficios para los riñones
- El componente de la curcumina, tiene efectos protectores de los riñones porque ayuda a combatir las toxinas y medicamentos. Esto se debe a que tiene grandes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias; por esta razón ser recomienda para personas que toman medicamentos que pueden tener efectos secundarios nefrotóxicos.
- La curcumina es efectiva, según estudios realizados con animales, para reducir la progresión de enfermedades renales crónicas, disminuyendo la fibrosis renal y mejorando la función renal, indica Infobae.
- El componente activo de cúrcuma ayudar a reducir los efectos adversos de la diabetes en los riñones, como la inflamación y el estrés oxidativo, favoreciendo la prevención de la nefropatía diabética.
Efectos secundarios de la cúrcuma
El doctor Juan Ignacio Veller, especialista en nefrología, explica en una charla en su canal de Youtube, que la cúrcuma es una de las principales plantas medicinales que existen.
Su poder medicinal está comprobado, por eso se le conoce como el ibuprofeno natural, pero debe utilizarse correctamente.
Explica que se comenten muchos errores al consumir la cúrcuma, que impiden aprovechar al máximo sus beneficios, llegando a generarse efectos secundarios.
En caso de consumirla como suplemento, el doctor Veller recomienda entre una a tres pastillas de 500 mg de curcumina al día divididas en distintas tomas.
Los especialistas coinciden en afirmar que el consumo excesivo de cúrcuma puede tener efectos adversos, por esta razón es importante consultar un médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Cuando se consume en cantidades culinarias, es segura, pero puede tener efectos adversos, especialmente en altas dosis o cuando no se tiene cuidado con la dosis de suplementos.
Entre los efectos adversos en el hígado destacan la hepatotoxicidad que se puede generar, en raros casos, por consumo excesivo de curcumina. O una reacción con medicamentos metabolizados por el hígado, lo que “podría aumentar o disminuir la efectividad de estos medicamentos y potencialmente llevar a toxicidad hepática”, reseña Infobae.
Otro de los efectos secundarios son las alteraciones en las enzimas hepáticas, lo que puede indicar daño hepático o interferencia con la función hepática normal.
Mientras que en los efectos adversos en los riñones se pueden presentar los cálculos renales, ya que la cúrcuma contiene oxalatos, que pueden contribuir a la formación de cálculos renales en personas susceptibles.
La toxicidad renal es otro de los efectos adversos, si se consumen en dosis muy altas podría ejercer efectos tóxicos directos sobre los riñones, causando daño a nivel celular.
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