Sonda Curiosity prepara prueba a polvo marciano
Curiosity da su segundo paso en Marte: la sonda tamizará el polvo extraído de un proceso de perforación en el planeta y colocará una pizca en su laboratorio interno para someterla a análisis.
LOS ANGELES.- Justo después de perforar una roca marciana por primera vez, la sonda Curiosity se prepara para su nueva tarea: Analizar el material pulverizado que obtuvo, a fin de determinar su composición.
Las imágenes enviadas a la Tierra el miércoles mostraron un poco de polvo gris en una suerte de cuchara emplazada en la Curiosity, lo que ofreció a los científicos su primer vistazo a la muestra recolectada durante la perforación que se realizó hace cerca de dos semanas. Durante los próximos días, la sonda tamizará el polvo y colocará una pizca en su laboratorio interno para someterla a análisis.
El paisaje marciano presenta manchas anaranjadas y rojas, por el polvo rico en hierro de la superficie. Ese polvo es movido por el viento en todas direcciones dentro de la atmósfera. El hecho que la roca perforada sea gris en el fondo es señal de que probablemente no experimentó ciertos cambios químicos por medio de la exposición de la superficie, de acuerdo con los científicos, y es un buen inicio en la misión de Curiosity para determinar si el ambiente fue en algún momento favorable para el desarrollo de microbios.
“Resulta muy emocionante para nosotros que se realice algo como una ligera cepillada a la capa de esta superficie… y las rocas son de un color completamente diferente”, dijo Joel Hurowitz, un científico de la misión, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
La sonda Curiosity, del tamaño de un automóvil, aterrizó sobre un cráter antiguo cerca del ecuador marciano a mediados del año pasado después de cruzar la delgada atmósfera. Poco después del aterrizaje, la sonda de seis ruedas se dirigió a un sitio donde probó sus herramientas de alta tecnología.
El taladro fue la última herramienta en ensayarse. Los ingenieros habían dicho anteriormente que se trataba de la tarea de ingeniería más difícil desde el aterrizaje, que dependió de trucos nunca antes intentados para bajar la sonda de su nave espacial por medio de cables.
Dependiendo de la manera en que se desarrolle el análisis de la roca, el equipo decidirá si perforar de nuevo o dirigir su misión al Monte Agudo, el último destino de la sonda y donde las imágenes desde el espacio revelaron intrigantes capas en su base.
El viaje al monte ha sido postergado varias veces principalmente porque la revisión de los instrumentos ha tomado más tiempo del previsto.