Posible nominación ocasiona tensiones
Se espera que el presidente Obama anuncie su elección en los próximos días
WASHINGTON, D. C. Thomas Pérez se podría convertir en el único hispano dentro del gabinete presidencial. Pero su camino no será fácil. Aunque su nominación no se ha anunciado, pues su nombre ya ha encontrado resistencia en el Congreso.
La Casa Blanca todavía no cumple con el protocolo de comunicarlo oficialmente, pero la designación de Pérez como el próximo secretario del Departamento del Trabajo ya circula en boca de todos por las calles de Washington.
Fuentes al interior de la agencia aseguraron a La Opinión que se efectuó una reunión entre empleados y funcionarios de la Administración, donde se discutió la nominación de Pérez.
“En general el personal está contento con la decisión. Es una persona muy capaz e inteligente y se espera que por su récord, estreche la colaboración con otras ramas de gobierno”, aseguró una fuente.
Pérez, de 51 años, es el director de la División de Derechos Humanos del Departamento de Justicia desde 2009, donde ha liderado investigaciones, acciones legales y medidas para combatir la discriminación de minorías, entre ellas la demanda contra el sheriff del Condado de Maricopa, Joe Arpaio, y el acuerdo por el caso Countrywide, donde se pactó el pago de 335 millones de dólares por prácticas que perjudicaron a 133,000 hispanos.
También ha liderado procesos contra leyes estatales de votación en Florida, Texas y Carolina del Sur. El Gobierno las ha catalogado como intentos de reducir el voto de minorías.
Pérez, de origen dominicano, cuenta además con experiencia en el sector laboral, ya que se desempeñó como secretario del trabajo para el estado de Maryland.
Consultado por las nominaciones, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el Presidente está “comprometido con la diversidad y quiere asegurarse de que la Administración refleje al país.
A personas como Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO, le preocupa que el Gobierno todavía no haya efectuado el anuncio. “Me da la impresión de que se divulgó el nombre para explorar las reacciones en el Capitolio. Están esperando mucho tiempo”, comentó.
“Pérez es uno de los líderes hispanos más capaces y ya ha recibido confirmación del Congreso. Sería un fracaso no contar con ningún latino en el Gabinete, la primera vez desde el Gobierno de Ronald Reagan”, agregó Vargas.
En octubre de 2009 el voto por la confirmación para Pérez en su cargo actual fue de 72-22.
Senadores como Chuck Grassley (R-IA) expresaron objeciones a la candidatura el fin de semana.
El legislador se refirió a un supuesto acuerdo entre el Departamento de Justicia y la ciudad de St. Paul, en Minnesota, que está siendo investigado y manifestó su sorpresa “por la nominación de una persona involucrada en una decisión tan controversial”.
En septiembre del año pasado Grassley, junto a los congresistas Lamar Smith (R-TX), Darrell Issa (R-CA) y Patrick McHenry (R-NC), envió una carta al Gobierno en la que aseguraron que St. Paul se retiró de un caso sobre discriminación prestataria en la Corte Suprema a cambio de que el Gobierno no se uniera a ciertas acciones legales.
Uno de los republicanos de más alto rango en el Comité Judicial, John Cornyn (R-TX), aseguró que tiene “ciertas preguntas respecto a las acciones de Pérez en el Departamento de Justicia” que luego explicaría en detalle.
Otro miembro del Comité Judicial, el senador Christopher Coons (D-DE), elogió su trabajo.
“Pienso que ha realizado una gestión excelente y si fuera el nominado del Presidente, tendría mi total apoyo”, dijo Coons.
Fuentes al interior del Departamento del Trabajo reconocieron los posibles retrasos que se avecinan mientras se debate la confirmación de Pérez en el Congreso.
Antes de llegar al Departamento de Justicia Pérez, graduado de la facultad de leyes de Harvard, trabajó con el senador Edward Kennedy y dirigió la oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud durante el Gobierno de Bill Clinton.