El rol de los padres

Los padres desempeñan un papel discreto pero importante en la vida de sus familias y comunidades. En Caridades Católicas de Nueva York, honramos a los hombres que se hacen presentes cada día, ofreciendo guía, protección y amor, a menudo mientras enfrentan grandes dificultades. Ya sean padres naturales, mentores o por otras circunstancias, su presencia fortalece a las familias y crea un efecto dominó de cuidado que trasciende el hogar.

A través de los diez condados que atendemos, Caridades Católicas es testigo de las múltiples facetas de la paternidad. Está el padre que trabaja en varios empleos para mantener a sus hijos, el abuelo que asume el rol de cuidador, o el hombre que busca una segunda oportunidad después de haber pasado por alguna dificultad, todos decididos a reunirse con su familia y construir un futuro mejor. Estas personas acuden a nosotros en sus momentos vulnerables, y nos honra poderlos acompañar con dignidad y compasión.

Como reflexionó el papa Francisco: “Toda familia necesita un padre, un padre que comparta las alegrías y los dolores de su familia, que transmita sabiduría a sus hijos y les ofrezca firme guía y amor”. Aunque el papa Francisco ya no está entre nosotros, sus palabras siguen inspirándonos a valorar la paternidad no solo como un rol, sino también como un acto diario de amor y servicio. Bajo el liderazgo del papa León XIV, esa visión de acompañamiento e inclusión sigue siendo fundamental para el testimonio de la Iglesia en todo el mundo.

La paternidad no se trata de perfección. Se trata de estar presente. La paternidad se puede encontrar en un oído atento, una mano protectora y una voz de aliento. Caridades Católicas se esfuerza por reflejar este mismo espíritu en todo lo que hace. Ya sea ayudando a un padre a conseguir una vivienda asequible, brindando capacitación laboral u ofreciendo asistencia legal para mantener unidas a las familias, la misión de la agencia es apoyar y animar a quienes se esfuerzan al máximo por cuidar a los demás.

También miramos el ejemplo de nuestro Padre Celestial, cuyo amor es constante y su misericordia no tiene fin. Su presencia es una fuente de fortaleza en tiempos de incertidumbre y un modelo de compasión en un mundo que a menudo rechaza a los más vulnerables. Su llamado a amar al prójimo inspira nuestro diario trabajo, recordándonos que ningún acto de bondad es demasiado pequeño y que nunca nadie es olvidado.

Al reflexionar sobre los padres en nuestras vidas y comunidades, damos gracias por su silenciosa valentía y sus sacrificios diarios. Sus historias quizás no siempre se compartan, pero su impacto es perdurable. Al apoyarlos con asistencia para la vivienda, capacitación laboral, asistencia legal y servicios familiares, Caridades Católicas ayuda a garantizar que ellos tengan las herramientas para brindar estabilidad y esperanza a sus seres queridos. Celebramos sus esfuerzos, los acompañamos en su camino y de igual forma les deseamos a todos los padres un Día del Padre lleno de paz y alegría.

Monseñor Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Nueva York