Argentinos se salvan de avalancha en el Everest

El alud trágico que enlutó ayer el monte Everest resultó sólo un gran susto para andinistas argentinos que se encontraban en la base del pico más alto del planeta y resultaron ilesos. Al menos dos escaladores, uno de Mendoza y otro de Buenos Aires, se salvaron de la avalancha de nieve que provocó la muerte de 13 guías nepaleses y, hasta el momento, la desaparición de otros cuatro.

Uno de los andinistas argentinos que fue testigo de la tragedia de ayer fue Ulises Corvalán, de 43 años, que logró comunicarse con su familia para confirmar que se encontraba bien, según destaca hoy el diario Uno de Mendoza. El matutino también señala que está fuera de peligro el bonaerense Pablo Fortunato, además de una mujer que integraba el grupo.

Todos partieron de Mendoza junto con un sherpa nepalés el 25 de marzo pasado con el objetivo de escalar la mítica montaña entre el 10 y 25 de mayo, cuando las condiciones climáticas se tornan favorables para subir al pico de 29,029 pies (8,848 metros) de altura.

Según el diario Uno, al momento del alud -producido a unos 6,200 metros de altura, entre el campamento Base I y el Base II, a las 7 (hora local), Corvalán estaba en uno de los campamentos base de la montaña.

Desde 1998, Corvalán es docente e instructor en la escuela provincial de Guías de Alta Montaña y Trekking Coronel Valentín Ugarte. Tiene más de 15 años de experiencia como escalador de los picos más altos del planeta y participó en más de 20 expediciones internacionales.