‘Es como estar en el purgatorio’

Para don Mariano Hernández, un inmigrante de 61 años de edad que sobrevive como jornalero, poca sería la diferencia de su estatus migratorio durante la larga espera que contempla el plan de reforma migratoria para conseguir la “Green Card”.

“Yo creo que seguiría en lo mismo a como estoy ahorita, en esos diez o trece años me pueden deportar y separarme de mi familia, creo que es demasiado tiempo, sería muy poco el cambio”, comentó. “Además, no vaya a ser que surgan otras leyes que puedan ir contra el inmigrante”.

En cuanto a las condiciones laborales, consideró que ahí sí se beneficiarían, ya que con un permiso sería más fácil obtener trabajo.

“Ya habría más seguridad, porque a veces los patrones no nos pagan y no acudimos a la ley porque no tenemos papeles”, señaló.

La espera de 10 años para obtener la residencia permanente, más tres años para llegar a la ciudadanía, según lo establece el plan de reforma migratoria presentado en el Senado “es como estar en el purgatorio”, consideró Pablo Alvarado, coordinador de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).

“Va a ser un estatus migratorio en el limbo, como estar en el purgatorio, donde cualquier interacción con la policía va a poder conducir a la deportación a menos que termine el programa de Comunidades Seguras, cualquier cosa puede pasar en ese contexto, la gente va a seguir siendo desigual”, comentó.

José Cruz, quien hace 23 años llegó de Guatemala y aún permanece sin papeles, todavía ve muy lejos el día que se pueda firmar una ley que reforme el sistema de inmigración y detenga la persecución de indocumentados.

“Es pura política, puro show“, dijo. “Como plan está bien, pero dudo mucho que lo vayan a firmar, sería muy bueno, porque así ya podríamos ir a buscar trabajo a otros estados donde sí hay trabajo”.

José consideró que mientras no se detengan las deportaciones, no se puede vivir en paz en el país.

Miguel, otro jornalero que hace un par de años llegó de su natal Tapachula, Chiapas, comentó que ha escuchado de que ya cada vez está más cerca la reforma migratoria, pero no sabe si en realidad lo beneficiará.

“Porque yo nunca he pagado impuestos, a mi me pagan ‘cash’... tampoco sé si me voy a quedar mucho rato aquí, porque mi familia está allá, y creo que también tiene uno que pagar, no sé cuanto, y pues ni de donde, no hay trabajo”, agregó.