No más ataques homofóbicos es la demanda de Bushwick
El décimo Festival de Orgullo Gay sirvió para llamar a la tolerancia y el respeto
Nueva York— En 2008 la ciudad de Nueva York se cimbró con el atroz ataque a los hermanos ecuatorianos José y Romel Sucuzhanay, a manos de Keith Phoenix y Hakim Scott, quienes creyeron que agredían a una pareja gay. A siete años del incidente, el vecindario de Bushwick sigue encarando la homofobia y la transfobia.
“No podemos permitir el derramamiento de sangre inocente en nuestras calles por el odio y la intolerancia”, dijo Romel Sucuzhanay, quien se convirtió en policía auxiliar del cuartel 83 a raíz del asesinato de su hermano José. “No importan nuestras preferencias o color de piel, todos merecemos caminar libres sin temor a ser insultados o agredidos”.
Pese a las victorias de la comunidad LGBT en los últimos años, como la histórica legalización del matrimonio gay en el país, la lucha por la igualdad y la férrea defensa de los derechos civiles no concluye. La activista mexicana Bianey García, de Se Hace Camino Nueva York, recordó en el décimo Festival del Orgullo Gay de la organización que Bushwick fue escenario de ataques homofóbicos recientes.
“La ciudad de Nueva York ha sido un santuario para la comunidad LGBT y mantenemos el puño en alto para que continúe así”, dijo García, una voz de las mujeres transgénero latinas. “En nuestros barrios no hay cabida para la transfobia y los horrendos ataques motivados por el odio”.
En octubre del año pasado, la transgénero Kimy Hartman, de 28 años, fue brutalmente golpeada cerca de cerca de la Avenida Bushwick y la calle Halsey. La policía arrestó a sus agresores Mashawn Sonds (25) y Tyquan Eversley (17) en febrero.
Los hombres expresaron insultos homofóbicos durante el ataque. La paliza dejó a la víctima con lesiones cerebrales permanentes.
Otro asalto en Bushwick ocurrió en septiembre pasado cuando tres hombres gritaron insultos homofóbicos y dispararon a un joven de 22 años vestido de mujer, cerca de la Avenida Putnam. El incidente ocurrió a sólo 11 cuadras del ataque a los hermanos ecuatorianos José y Romel Sucuzhanay en 2008.
“La comunidad LGBT no sólo necesita tolerancia, también aceptación. Son miembros extraordinarios de nuestra sociedad y su aporte es vital para Nueva York”, dijo el mexicoamericano Ezequiel Navarro, un estudiante de leyes que aplaudió con esmero mientas decenas de miembros de la comunidad LGBT marchaban gritando consignas de orgullo y justicia social.
“No soy gay, pero respeto a mis vecinos que sin lo son. Mis padres son inmigrante que como ellos sufrieron discriminación y abuso. Su lucha es nuestra lucha”, comentó Navarro.
La bandera LGBT inundó las calles del vibrante vecindario de Bushwick como parte del décimo Festival de Orgullo Gay de la organización Se Hace Camino Nueva York.
“Mi hijo es gay y un profesional dedicado que enorgullece a la familia”, dijo la puertorriqueña Leonor Valle, quien observaba la marcha mientras sostenía bolsas de compra. “Acciones como estas sirven para que Bushwick tome conciencia. Como madre salgo en defensa de la comunidad LGBT”.
La marcha estuvo liderada por activistas y los concejales Carlos Menchaca, Daniel Droom y Antonio Reynoso, entre otros funcionarios electos.