La lucha por los $15 la hora amplía sus demandas
Los trabajadores reclaman a los representantes públicos justicia laboral y social
Plinio Cruz marchó el martes por la mañana bajo la lluvia hasta el McDonald´s de la calle 125 en Harlem Manhattan. Este dominicano, trabajador de limpieza y ahora organizador sindical, estaba empapado. En vez de paraguas sus manos sostenían una pancarta en la que se leía “Justicia Económica, Justicia Racial, Justicia Migratoria”.
Cruz era uno de los varios cientos de participantes en una de las tres manifestaciones que se celebraron en Nueva York para reclamar un salario mínimo de $15 la hora. Junto a él, trabajadores, inmigrantes y sindicalistas en otras 270 ciudades en todo el país se manifestaron ayer en una campaña que está ampliando sus prioridades políticas cuando queda un año para las elecciones presidenciales.
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“Nuestra lucha está conectada”, dijo ayer una de las portavoces de esta manifestación en Harlem. “Estamos en contra de los centros de detención para los inmigrantes, queremos la seguridad que da ganar al menos $15 la hora y tener derecho a unirnos a un sindicato, queremos que las vidas de todos importen, estamos contra la violencia policial y contra las cárceles privadas. Además queremos un camino a la ciudadanía”. Tras arengar a una multitud entregada, la portavoz pidió cuatro minutos de silencio como señal de respeto por las personas que han muerto a causa de la violencia policial. Solo se oía el tráfico de Harlem.
Entre quienes unían su grito bajo la lluvia en Nueva York estaban miembros de sindicatos pero también muchas personas pertenecientes a organizaciones comunitarias, miembros de Black Lives Matter, inmigrantes además de simpatizantes del candidato demócrata Bernie Sanders. Este aspirante demócrata a la presidencia también participó en Washington en una de las manifestaciones cercanas al capitolio y atendida por personal de servicio en este edificio, informa María Peña.
“La gente en este país, que trabaja 40 horas a la semana merece un salario para vivir, y los trabajadores en esta ciudad y en todo el país merecen el derecho a organizar un sindicato. En EEUU lo que estamos viendo ahora es que los más ricos se están haciendo más ricos, y casi todo el resto del mundo, más pobre, y estamos diciendo basta!”, afirmó Sanders, interrumpido por aplausos.
Kendall Fells, organizador del Fight for $15, explicaba en Nueva York que las necesidades de la clase trabajadora son “multidimensionales” y de ahí que estas manifestaciones por una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores traigan ya más demandas que la subida de salario mínimo o la posibilidad de unirse a una organización sindical. Fells explicaba que este tipo de protestas, que se iniciaron tímidamente hace dos años, han surtido efecto y no solo porque algunas cadenas como McDonalds o comercios como Walmart estén subiendo los salarios sino porque además las demandas ya no son una negociación con las corporacione sino también con los representantes políticos electos.
Fells se refería al avance del salario mínimo en ciudades como Seattle, Los Ángeles y San Francisco, entre otras ciudades, además de las votaciones a favor de los aumentos de estos salarios aprobados por votación popular en varios estados. Ayer mismo, el alcalde de Pittsburg, Bill Peduto, acordó la subida a $15 del salario mínimo de los trabajadores municipales en los próximos cinco años. El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, que participó en las manifestaciones hizo lo mismo con los trabajadores al servicio del estado.
“Esta es la lucha de los sindicatos del siglo XXI, no es como en el siglo XX”, explicaba Fells.
El movimiento sindical está en crisis desde hace años porque la afiliación se ha rebajado dramáticamente sobre todo entre los trabajadores de empresas privadas. Esto es un problema para los derechos de los trabajadores porque a diferencia de Europa donde se codificaron y se hicieron leyes para regular el empleo, en EEUU las demandas laborales no han sido masivamente legisladas sino que se contemplaban en los convenios colectivos. Estos, cada vez, están beneficiando a menos trabajadores. Ahora, muchas de las demandas laborales, como pagos de días por enfermedad, licencias por maternidad y paternidad, flexibilidad laboral y vacaciones entre otros derechos están siendo demandados por la mano de obra pero como votantes. En algunos estados y ciudades estas demandas están siendo objeto de legislación y de hecho Washington D.C. tiene la propuesta más progresista para licencia por maternidad.
Los sindicatos, en buena medida están tras estas movilizaciones en las que trabajadores como Shawnette Richardson, trabajadora de McDonald´s en Brooklyn, resumía el sentir de los participantes en la marcha. “Las grandes corporaciones necesitan pagar más y los políticos a todos los niveles necesitan usar su poder para hacerlas responsables. Tegno un mensaje para todos los que se presenten a las elecciones en 2016: consigan mi voto. Pido $15 y derecho a afiliación sindicar, si está conmigo, estaré con usted”.
Los organizadores del Fight fot $15 dicen que las demandas de 64 millones de personas que forman un bloque de votantes que cobra menos de $15 la hora no pueden ser ignoradas.