La facultad de CUNY está lista…sólo necesitamos los recursos

Comencé a familiarizarme con este estudiante querido que llamaremos Roberto* cuando pasaba por el atrio en Hostos, donde hace 4 años atrás colocamos un piano para que los estudiantes puedan practicar. Roberto* posee un talento natural y toca el piano como un ángel con espíritu de niño.

Cuando se transfirió a City College y solicitó al programa de Música, tuvo que participar en una audición. A pesar de que la facultad  reconoció su talento innato, no lo aceptaron en el programa pero le recomendaron  que mejorara sus destrezas tomando  lecciones privadas. Batallando con su escasez de comida y ahorrando dinero en transportación montando en su bicicleta, lo menos que pensaba era en lecciones privadas. De hecho, cuando Roberto* se transfirió perdió acceso a ese único piano en el que podía practicar.

Gracias a los esfuerzos de la Prof. Irma Justicia, su profesora de Música en Hostos, quien trabaja a tiempo parcial,  le conseguimos lecciones privadas gratuitas con ella y acceso nuevamente al recinto a través de Seguridad para usar piano.

Esta dedicación define en gran medida al personal docente y no docente de CUNY – ellos son quienes en gran medida educan a algunos de los estudiantes más pobres y a la vez más valiosos de Nueva York.

Existen 12,000 adjuntos como Irma enseñando el 53% de los cursos. Ellos devengan un sueldo de alrededor de $3,500 por curso, cada semestre consiguen o pierden cursos sin mucho anuncio previo, muchas veces corriendo de un recinto o de un condado al otro, sin poder tener el tiempo para ofrecer la mentoría que tanto necesitan nuestros estudiantes.

Y no es sólo la mentoría lo que se afecta. Debido al cambio que se ha llevado a cabo en CUNY donde la facultad es en gran parte contratada a tiempo parcial,  acompañada de una sistémica baja inversión, el 47% de estudiantes no han podido tomar cursos requeridos en su especialización.

En los colegios comunales como Hostos, entre 2008 y 2015, el número de estudiantes que ingresaron aumentó un 23% mientras que los fondos del estado por estudiantes se redujeron a cinco por ciento y los fondos de la ciudad por cada estudiante en los colegios comunales se redujeron a un 13% una vez fueron ajustados por la inflación. En los colegios de cuatro años la situación es aún peor.

Mientras tanto, a nivel estatal, el Gobernador está proponiendo “matrícula gratis” con la Beca Excelsior. Suena muy  bien, pero para llenar esos objetivos CUNY necesita  $2 billones para proveer una verdadera enseñanza gratuita y de calidad en sus colegios comunales y de cuatro años. Un pago inicial de $300 millones haría una verdadera diferencia.

CUNY cuenta con una gama de famosos ex-alumnos- desde Colin Powell hasta Paul Simon.  Con el apoyo necesario, yo confío que Roberto* se una al grupo; que Irma, y tantos como ella, se queden con nosotros con plazas a tiempo completo y que los fondos necesarios para ayudarnos a cumplir la misión en CUNY sean otorgados.

-Lizette Colón es consejera en el Colegio Comunal Eugenio María de Hostos

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CUNY Educación Universitaria

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