El lado oscuro de Alvaro Uribe

Enardecidos “furibistas”, llamados así por ser furibundos abogados sin sueldo del ex presidente Álvaro Uribe, luchan a capa y espada por defenderlo, perdiendo ecuanimidad y objetividad; uno no puede ser tan ciego y sordo, ignorando que el lado oscuro de Uribe lo sea tanto.

Vamos a poner sobre el tapete algunas verrugas de sus dos gobiernos y ustedes juzgarán si Uribe merece ser investigado y que responda ante la justicia o absuelto debido a los supuestos beneficios recibidos por los colombianos.

Primero: su ex ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, está envuelto en uno de los escándalos más vergonzosos, el de Agro Ingreso Seguro.

Este fue un programa gubernamental que debió entregar subsidios a campesinos y agricultores pobres. Sin embargo, de manera insólita, grandes cantidades de ese presupuesto beneficiaron a familias poderosas y millonarias, en especial a quienes aportaron dinero a la campaña presidencial de Uribe. También se favorecieron narcotraficantes y paramilitares.

Hoy, Arias, un ex vice ministro y varios funcionarios de alto nivel, están presos y respondiendo ante la justicia por ese robo al erario público.

Segundo: el ex director del Departamento Administrativo de Seguridad –DAS–, Jorge Noguera, fue condenado a 25 años de cárcel porque la entidad filtraban información a los grupos paramilitares para que ejecutaran asesinatos de sindicalistas, estudiantes y dirigentes de izquierda.

También alteraba información confidencial favoreciendo los antecedentes penales de criminales y las órdenes de captura contra los jefes de las bandas paramilitares. El DAS es una entidad similar al servicio secreto de Estados Unidos y depende directamente del presidente de la república.

Tercero: en los últimos días, un juez de Cali, condenó a 9 militares más por falsos positivos. Otras condenas se han ido conociendo desde que comenzaron a revelarse estas ejecuciones extrajudiciales en 2008, aunque la ONU tiene documentado crímenes a partir de 2003. La cifra de muertos sobrepasa los 2 mil.

Los falsos positivos son secuestros de civiles en barrios humildes que después el ejército mostró como rebeldes fallecidos en combate, por lo que los oficiales recibieron prebendas del gobierno. Uribe puso la meta de acabar con la guerrilla y exigió a los militares resultados extraordinarios.

Cuarto: muchos aseguran que Uribe gobernó para una élite privilegiada. Su plan de “Seguridad Democrática” que consistía, entre otras cosas, militarizar las carreteras, solo sirvió para que una minoría pudiera viajar a sus fincas de recreo, pero la violencia y los secuestros continuaron tapados por el gobierno.

Quinto: Los defensores de Uribe alegan que devolvió la esperanza a Colombia y los más “furibistas” dicen que nunca antes se vio tanta confianza de la inversión extranjera, lo cual no es cierto. El país, a pesar de sufrir una guerra de guerrillas por casi 60 años siempre ha tenido inversionistas del mundo porque, irónicamente, la economía ha sido estable.

Las preguntas son: ¿Juzgar a Uribe beneficia o perjudica a Colombia? ¿Hacerlo sería darle un triunfo a la izquierda radical internacional? ¿Sería hacer justicia?

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