En Dominicana, la huelga es la voz
Es muy fácil para el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, el candidato Danilo Medina y el Jefe de la Policía Nacional decirles a los dominicanos que desistan de su idea de irse a la huelga ayer.
Claro que es fácil cuando vives en un sector privilegiado, en una casa súper cómoda y grande (lo que los dominicanos llamaríamos una “mansión”), donde no se va la luz ni el agua, donde hay un lujoso carro con chofer esperándote en la puerta para ir al trabajo, o simplemente darte la vueltita por la ciudad. Es muy fácil hablar de “no a la huelga” cuando todo lo tienes resuelto y ni siquiera tienes que pararte para tomar un vaso de agua porque para eso tienes a la empleada doméstica, cuando tienes un ingreso mensual que sobrepasa con creces el ingreso anual del ciudadano común.
La huelga es el único recurso que tiene el pobre y desposeído para proyectar su voz entre la multitud de falsos profetas y opresores que abundan en nuestra sociedad. Es la única herramienta efectiva de lucha que tienen los oprimidos para dejarles saber a sus opresores que no han logrado su cometido, que no han podido callar las voces de un pueblo que clama justicia, igualdad, educación de calidad, acceso a las necesidades básicas, empleos, el fin de la corrupción y el despotismo.
Un pueblo que, aunque acosado y maltratado, sigue luchando cada día por sus derechos, por su dignidad y por una sociedad libre y soberana de la perniciosa influencia de potencias extranjeras que solo ven en nuestro país una más de sus fincas privadas.
No desmayemos ahora hermanos dominicanos, sigamos en pie de lucha y demandemos lo que nos corresponde. ¡Adelante con la huelga!