Ruega que le devuelvan a sus hijos

El mexicano Felipe Montes que fue deportado a su país el año pasado desde Carolina del Norte está peleando la custodia de sus tres hijos estadounidenses bajo la protección del estado que busca darlos en adopción.

El mexicano Felipe Montes que fue deportado a su país el año pasado desde Carolina del Norte está peleando la custodia de sus tres hijos estadounidenses bajo la protección del estado que busca darlos en adopción. Crédito: EFE

Charlotte/EFE – Un mexicano que fue deportado a su país el año pasado desde Carolina del Norte está peleando la custodia de sus tres hijos estadounidenses bajo la protección del estado que busca darlos en adopción.

La pesadilla de Felipe Montes comenzó una mañana de octubre de 2010 cuando se levantó -como todos los días- a preparar desayuno a su esposa e hijos y alistarlos para llevarlos a la guardería.

Con 9 años viviendo en Sparta, condado Alleghany, al norte del estado, y trabajando en la jardinería, el mexicano era el único proveedor de su familia, ya que su esposa, ciudadana estadounidense, no podía trabajar por incapacidad.

Sin licencia de conducir por ser indocumentado, Montes fue detenido varias veces por conducir sin licencia, y aunque recibió infracciones, y una orden para no volver a conducir, éste se arriesgaba a manejar para sacar a su familia adelante.

Al llegar al juzgado para pagar sus multas, dos agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) lo esperaban.

Estos lo esposaron y trasladaron a un centro de detención en Georgia para deportarlo el 3 de diciembre de ese año a México.

“No lo dejaron hablar con sus esposa ni despedirse de sus hijos a los cuales ha cuidado y querido desde que nacieron. Esto es otro ejemplo del creciente número de familias separadas que sufren por un sistema migratorio roto”, afirmó Arturo Carmona, director ejecutivo de Presente.org.

La organización, con la colaboración de Applied Research Center (ARC), comenzó ayer una campaña de recolección de firmas por la red para solicitar al Departamento de Servicios Sociales (DSS) del condado Allegheny que reconsidere su decisión de terminar con la patria potestad del mexicano.

A menos de un año de la deportación del mexicano, Marie Montes, esposa de Felipe, que se encontraba esperando al tercer varón de la pareja cuando ocurrió la deportación, perdió custodia de los menores por “pasar dificultades económicas y deterioro de salud”.

Marie dijo a la publicación Colorlines.com que “si no pueden estar conmigo (niños) deseo que estén con su padre, nadie es mejor que él”.

El próximo 21 de febrero, un juez escuchará los argumentos del DSS que los niños, todos menores de 5 años, estarían mejor con los padres adoptivos que con Montes en México, porque donde habita éste carece de “agua potable”.

“Ser pobre no es un crimen”, enfatizó Carmona. “Montes ha hecho todo lo posible para recuperar a sus hijos y que vivan con él. Tiene todo preparado en México”.

Según la publicación, Montes vive con unos tíos y tres primos en el estado de Tamaulipas, en una casa de cinco cuartos y trabaja en una granja de la zona.

“En el mundo hay muchas injusticias pero deseo que ellos (DSS) envíen a mis hijos a México”, declaró Montes a Colorlines.com. “El día de mi detención fue el más triste de toda mi vida”.

El reporte Shattered Families, elaborado por ARC, reveló que más de 5.000 niños en el país de padres deportados o en custodia de ICE se encuentran en hogares adoptivos.

Sólo en los seis primeros meses de 2011, más de 46,000 casos involucraban a madres y padres deportados de Estados Unidos que habían dejado a sus hijos ciudadanos en el país.

Ese año, el 22 por ciento del total de los 391.000 deportados fueron padres con hijos estadounidenses, según cifras de ARC.

Carolina del Norte es uno de los estados con mayor índice de esos casos, por esto, la petición de Presente.org incluye que la División de Servicios Sociales de Carolina del Norte desarrolle “políticas claras” para asegurar la reunificación rápida de familias separadas por la deportación de uno de los padres.

“Montes no debió ser deportado porque la política de la administración del presidente Barack Obama es clara con respecto a sus prioridades de sacar del país a los criminales. Ese caso es una discrepancia”, enfatizó el director de Presente.org.

Carmona enfatizó a Efe que están dispuestos a “agotar todas las estancias” para reunificar a esta familia y evitar que los niños sean adoptados.

“Esto es una cuestión de derechos humanos, es algo inmoral, porque están quitando el derecho que tiene un padre de criar a sus hijos”, apuntó.

Las autoridades del Consulado General de México en Raleigh confirmaron ayer que están en comunicación con la familia para “colaborar en lo que puedan” y para facilitar el traslado de los niños al vecino país.

“Nuestra meta es unir al padre con sus hijos, es su derecho”, afirmó el cónsul Carlos Flores Vizcarra, “tramitaremos los documentos necesarios para que los menores obtengan su nacionalidad mexicana”.

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