Por impuestos falsos lo deportarán

La Corte Suprema de Estados Unidos determinó ayer, que presentar una declaración de impuestos falsa, es motivo de deportación, ya que constituye un delito agravado. Con esto, el tribunal amplió la definición de este tipo de crímenes, lo que afecta tanto a residentes legales como indocumentados.

La declaración de impuestos falsa podría ponerlo en aprietos.

La declaración de impuestos falsa podría ponerlo en aprietos. Crédito: AP

Washington, D.C. – La Corte Suprema de Estados Unidos determinó ayer, que presentar una declaración de impuestos falsa, es motivo de deportación, ya que constituye un delito agravado. Con esto, el tribunal amplió la definición de este tipo de crímenes, lo que afecta tanto a residentes legales como indocumentados.

Por un voto de 6 contra 3, el tribunal anunció su decisión, donde jueces como Ruth Ginsburg, Stephen Breyer y Elena Kagan, representaron el ala minoritaria.

El caso ‘Kawashima versus Holder’, involucra a dos residentes legales, que obtuvieron este estatus en 1984. Akio y Fusako Kawashima eran dueños de un exitoso restaurante japonés en California. En 1997, el matrimonio fue condenado por presentar una declaración de impuestos corporativa falsa, que minimizó sus ingresos. Se estima que la pareja acumuló una deuda con el gobierno, cercana a los 245 mil dólares.

El juez de inmigración que ordenó su deportación, interpretó la evasión tributaria como delito agravado. Una categoría que implica la remoción inmediata del país, bajo la ley de inmigración.

La Corte de Apelaciones de San Francisco ratificó ese criterio y ayer, la Corte Suprema, le dio su aprobación final. No obstante, bajo la ley de inmigración actual, existe una amplia gama de crímenes calificados como delitos agravados y hasta ahora, la evasión fiscal no estaba incluida de manera explícita.

De hecho, la clasificación de fraude tributario como delito agravado ha sido motivo de debate y tiene una interpretación diferente en varios estados. Sin embargo, el fallo del tribunal está sentando un nuevo precedente.

“Cualquier persona que haya sido condenada por una ofensa que implique fraude o engaño, en que la pérdida de la víctima excede los 10 mil dólares ha cometido un delito agravado y está sujeto a deportación”, especificó el juez Clarence Thomas, en el fallo de la mayoría. Por su parte, la jueza Ginsburg advirtió sobre los riesgos al adoptar este criterio.

“La interpretación de la Corte amplía el alcance de una variedad de ofensas tributarias federales, estatales y locales – incluyendo delitos menores. Y los pone en la categoría de delito agravado”, asegura.

“Además, la decisión puede desincentivar a los extranjeros a declararse culpables de ofensas tributarias menos graves que la evasión, complicando y retrasando el control de las leyes de impuestos internos”, agrega.

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