Crece el número de ancianos latinos, crece el reto
Para 2050 se calcula que habrá unos 17.5 millones de hispanos en la tercera edad.
San Diego (EFE).- Profesionales de la salud y familiares de personas de edad avanzada enfrentarán crecientes retos a consecuencia del aumento en el número de miembros de minorías que necesitarán cuidado en las décadas por venir, afirman expertos.
Se prevé que para 2050 los miembros de minorías comprendan el 42 % de la población de la tercera edad, más del doble de la proporción actual, y que llegará a 88.5 millones de personas, según la Oficina del Censo.
De ellos, casi un 20 % será hispano, es decir, 17.5 millones, lo que representa un aumento de casi seis veces, de los 2.9 millones actuales que sólo representan un 7 % de los mayores de 65 años.
El profesor en la escuela de Trabajo Social en la Universidad Estatal de San Diego, Jong Won Ming, dijo hoy a Efe que los profesionales de salud en el área se enfrentarán a retos difíciles al momento de enfrentarse a barreras de lenguaje y diferentes contextos culturales.
El especialista explicó que el término “competencia cultural” es utilizado por profesionales que buscan prepararse para un escenario en 2050 en el que también el 12 % de los ancianos será afroamericano y el 9 % asiático.
El estudio “Las siguientes cuatro décadas- La población de mayor edad de EE.UU. del 2010 al 2050” calcula que para 2030 de cada 100 personas 35 serán mayores de 65 años, frente a los 22 en 2010.
Luego de 2030, el crecimiento de la proporción de la población de mayor edad será más lento, hasta representar a 37 de cada 100 en el 2050, lo que ocasionará retos de cuidado importantes para el resto de la población.
Las cifras proyectadas toman en cuenta elementos del cambio de población, como nacimientos, muertes, y las tendencias en la migración internacional, de la cual la hispana ocupa un lugar importante.
“Estas tendencias hacen urgente la necesidad de programas de competencia cultural y una mejor comunicación entre los profesionales y las personas mayores a fin de evaluar cuáles son los asuntos más importantes en la oferta de servicios”, dijo Won Ming.
El especialista consideró que las personas mayores de origen hispano y asiático tiene más probabilidades de tomar decisiones con respecto a su estilo de vida basado en las familias, incluso en los casos en los que se les diagnostica con enfermedades terminales o el uso de aparatos para prolongar su vida, en los que prefirieron tener el auxilio de un hijo adulto para tomar esas decisiones.
La consecuencia es que valores que se enfatizan en el caso del cuidado entre la población blanca, como la autonomía y autodeterminación no tienen un efecto liberador sino que son percibidos como una carga para la población mexicoamericana y coreana, por ejemplo, dijo el investigado.
Por ello, es necesario emprender investigación a través de foros comunitarios y encuestas a fin de evitar que los ancianos miembros de minorías terminen marginados y para crear diálogos con las instituciones de salud a fin de que los servicios reflejen las complejidades de estos grupos, indicó el especialista.