La batalla inicia en las taquillas
Seguidores de México y Honduras acuden al Home Depot Center a adquirir sus boletos para el juego del domingo
El duelo del Preolimpico de futbol de la Concacaf entre México y Honduras se efectuará hasta el próximo domingo, pero en las taquillas del Home Depot Center la rivalidad deportiva ya se comenzó a sentir.
Los seguidores de ambas escuadras coincidieron ayer en el inmueble de Carson para comprar boletos antes de que se agoten, ya que se predice un lleno total para ese duelo.
“Aproveché mi día libre para de una vez comprar un boleto para mí y otro para mi esposa”, dijo un contento Francisco Aguilera, un hondureño de 52 años que trabaja como afanador en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
“Yo hago lo que sea para apoyar a mi selección”, dijo el aficionado que en el 2010 viajó a su país para apoyar a su escuadra en el encuentro decisivo que le dio a su nación el boleto para asistir a la Copa del Mundo de Sudáfrica.
“Aunque me gusta mucho el futbol no es para tanto”, reaccionó Domingo Cruz al escuchar el comentario de Aguilera.
“Va a ser un buen partido, el más difícil que tenga México en esta ronda”, apuntó el mexicano de 32 años y quien se dedica a la construcción.
El desfile de aficionados que se retrataron ayer en las taquillas del Home Depot fue constante; nada cercano a una aglomeración, pero sí llegaron hombres, mujeres y niños atraídos por el evento futbolístico que arrancará el viernes.
“Para mí es una emoción ver a México, sin importar que se trate de la selección grande o la olímpica”, comentó Geovanny Huerta.
El residente de Los Ángeles iba acompañado por su amigo Reynaer Fiore, un guatemalteco que tomó con muy buen humor la ausencia de su país en este torneo.
“Yo voy a venir por las Bud Lights”, dijo, para después soltar una carcajada que contagió a Geovanny.
“Es que a mi amigo no lo quieren ver ni en su casa, por eso se viene al futbol”, bromeó el guatemalteco.
“Me gusta mucho el futbol, pero para mí no es cuestión de nacionalidades, es cuestión de pasar un momento divertido con los amigos en el estadio”, dijo Fiore.
Aguilera, el afanador del aeropuerto de Los Ángeles, se contagió con el buen humor que lo rodeaba.
“Hay que divertirse un rato, el futbol ayuda a eso, a pasarla bien después de muchas horas de trabajo a la semana”, comentó.
Después de firmar el recibo de su tarjeta de crédito con la que compró sus dos entradas, Aguilera se alejó de las taquillas no sin antes despedirse del aficionado mexicano.
“Suerte y que gane el mejor”, le dijo.