Latino: Cigarro, muerte y esperanza

Según un reciente informe del gobierno, se estima que cada año 443,000 norteamericanos mueren debido al consumo del cigarro.

A pesar de que existen programas preventivos que disuaden a la gente a no consumir tabaco, el número de fumadores, particularmente en las nuevas generaciones, ha ido en aumento.

Los datos del gobierno revelan que más de 3,800 menores de 18 años de edad prueba un cigarrillo diariamente. Y más de 1,000 adolescentes menores se convierten en fumadores dependientes diariamente.

De esos nuevos intoxicados, muchos son hijos de familias latinas. Uno de cuatro estudiantes latinos en los Middle Schools y uno de cada dos en los High Schools ha tenido la infortunada experiencia de fumar un cigarrillo.

De acuerdo a mi propia experiencia, el primer cigarro no conlleva a una dependencia automática al cigarro. Empero, ese primer “purito” se convierte en un estimulante falaz para que la persona mantenga el cigarro en la boca. Cuanto más se fuma, nuestro organismo más se debilita ante la fuerza permisiva de la nicotina y de otras sustancias nocivas que contiene el cigarrillo.

Al final el fumador queda en las garras de la industria del tabaco.

La mejor respuesta contra el incremento del cigarro es la prevención, a través de una batalla constante contra la industria del tabaco y contra aquellas instituciones y negocios privados que voluntariamente producen imágenes que estimulan su consumo.

Algunas organizaciones muestran realidades crudas a través de la televisión para evitar fumar. Recientemente se ha visto en la televisión a un hombre afroamericano que está sentada incómodamente en una silla. Tiene la mirada perdida, los brazos sobre sus rodillas y tiene también una manguerilla de oxígeno conectada a sus fosas nasales para ayudarle a respirar. El hombre respira desesperadamente. El anuncio nos dice que la muerte de un fumador no es suave, ni rápida. Por el contrario, es dolorosa y muy lenta. A pesar de toda esta campaña de spots televisivos, el consumo del cigarro ha comenzado a subir durante los últimos años.

“Necesitamos un esfuerzo masivo que incluya una campaña de los medios de comunicación, leyes que no permitan fumar en los restaurantes, bares y lugares de trabajo; también necesitamos un incremento al precio [mayores impuestos] de los cigarros, programas preventivos pero reales contra el consumo del tabaco en las escuelas?”, asevera Jeannette Noltenius, directora de National Latino Tobacco Control Network (NLTCN).

En este sentido, NLTCN, Lulac-Bolivia, la University of Southern California, y el Consejo de la Ciudad de Santa Ana, unieron sus fuerzas para concienciar a la comunidad latina de los efectos nocivos del cigarro.

El sábado 24 de este mes están patrocinando el documental Addiction Incorporated en el Teatro Yost de la Ciudad de Santa Ana. El evento se realizará a las 5:00 p.m. donde asistirán el productor de la película Charmaine Parcero y la estrella del mismo, el Dr. Victor de Noble.

Digamos no al cigarro.

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