Buscan sufragio a través de sus familias

Los migrantes buscan vía telefónica, en giras regionales de sus comunidades de origen y en diversas campañas, persuadir a sus parientes para que éstos sean la mano ejecutora en las boletas electorales de quienes no pueden sufragar por falta de credencial para votar con fotografía desde el otro lado de la frontera norte.

MÉXICO,D.F.- “Díganos para dónde jalamos y jalamos”. La respuesta que recibió en la mixteca poblana el activista por los derechos de los mexicanos en el exterior, Roberto Bravo, atizó las esperanzas de su lucha y la de decenas de organizaciones que buscan voz en el proceso electoral del 1 de julio próximo en México.

“Vamos a influir de manera real en por lo menos 12 millones de familias que representan el mismo número de migrantes que estamos en Estados Unidos”, detalló Bravo, del Consejo Binacional de Organizaciones Comunitarias Mexicanas en Los Ángeles, la segunda ciudad con mayor número de mexicanos después del Distrito Federal.

Los migrantes buscan vía telefónica, en giras regionales de sus comunidades de origen y en diversas campañas, persuadir a sus parientes para que éstos sean la mano ejecutora en las boletas electorales de quienes no pueden sufragar por falta de credencial para votar con fotografía desde el otro lado de la frontera norte.

Los partidos políticos en el Congreso Federal no dictaminaron ocho iniciativas para mejorar las condiciones del complejo voto federal para los mexicanos en el exterior y el resultado fue que sólo podrán participar 62,000, principalmente desde la Unión Americana.

La lista de prioridades en donde los residentes en el extranjero piden atención a los suyos que aún viven en México son demandas añejas desatendidas o desengañadas como el voto con matrícula consular o la credencialización en los consulados; una Secretaría del Migrante y un presupuesto para que sean los mismos migrantes quienes impulsen una Reforma Migratoria.

En Chicago, la campaña del sufragio a través de las familias ha llevado nombres tales como “Vota por mí”, “Vota paisano” o “Hazlo por mí” en diversas contiendas desde el año 2000.

A decir de Jorge Mújica, de la Coalición México Americana en Illinois, su influencia ha alcanzado victorias claras en municipios como Teloloapan, Guerrero; en Michoacán, Jalisco y Zacatecas.

El analista Rodolfo García Zamora, de la Universidad Autónoma de Zacatecas –estado cuya población radica en un 50% en EEUU- coincide con esta apreciación.

Hace 13 años, cita por ejemplo, la victoria en la gubernatura zacatecana de Ricardo Monreal, quien había dejado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para sumarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue por influencia de los migrantes en sus familias.

“Los partidos lo saben y en los últimos meses se promueven: el PAN (Partido Acción Nacional) impulsan más ferias que nunca en las principales ciudades de Estados Unidos; el PRI hace eventos parecidos a través de las representaciones de los estados donde gobierna”, señala el analista.

Los perredistas han apostado desde su trinchera en el Distrito Federal por el “voto chilango” – uno de los más sofisticados por la diversificación en las urnas- y la vanguardista novedad del sufragio electrónico, que prevé aumentar hasta en un 25% la participación.

La cruzada de los partidos políticos por la conquista de la voluntad democrática de los mexicanos es una ironía de la vida pública mexicana: los quiere cerca, pero no tan cerca para que voten de manera masiva.

El PRI fue el principal opositor a la credencialización al exterior porque en 2006 sólo el 4% del total de los votos de mexicanos en el exterior les fue favorable, revelan fuentes internas a este diario.

Se opuso a las demanda de voto migrante desde las administraciones de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo en los años 90, sin embargo, fue el primer partido en colocar a nivel federal a un congresista a través de las listas plurinominales: Eddy Barón, en el año 2000.

Por esas fechas el entonces candidato panista, Vicente Fox, apostaba ya por la influencia de los migrantes y sus familias y logró así concebir los primeros clubes de oriundos que darían origen al exitoso programa 3×1 y el estatus de “miembro adherente” para migrantes que apoyen al partido.

El PRD, en el año 2006 hizo una intensa campaña para recordar a las familias mexicanas simpatizantes que “recordarán en Estados Unidos” que votaran por el candidato Andrés Manuel López Obrador.

Frente a la histórica apuesta partidista del voto contable migrante, el activista Bravo, de California, revira: “Los políticos están equivocados, aquí somos más que los 62,000 que contabiliza el Instituto Federal Electoral (IFE)”.

En tanto, en Chicago se preparan para el “voto virtual” en un ejercicio para demostrar cuántos podrían votar si hubiera urnas reales.

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