Obispo de San Salvador ruega por visitas a Catedral
Luego que un grupo de exlisiados del pasado conflicto armado desalojara el inmueble, tras mantenerlo ocupado varias semanas
El obispo llamó a la población católica a acudir a la Catedral y a la homilía que ofrecerá el domingo próximo el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar. Crédito: EFE
San Salvador – El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, pidió hoy a la feligresía acercarse a la Catedral, luego que un grupo de exlisiados del pasado conflicto armado desalojó el inmueble, tras mantenerlo ocupado varias semanas.
Dijo que al fin llegó el tan esperado momento, al tiempo que expresó que ojalá sea la última vez que sea tomado el máximo templo católico del país.
El obispo llamó a la población católica a acudir a la Catedral y a la homilía que ofrecerá el domingo próximo el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, quien se vio obligado a suspender actividades en el recinto por la ocupación.
Rosa Chávez, quien llegó desde temprano a la Catedral junto al titular de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), Oscar Luna, para preparar con los ocupantes el desalojo, se refirió a los cinco puntos que plantearon los manifestantes al gobierno.
Las demandas tienen que ver con los veteranos de guerra y las mismas han quedado escritas, por lo que una comisión de la sociedad civil, integrada por los mismos negociadores de las iglesias y la PDDH deberá trabajar para el cumplimiento de los mismos.
El pastor manifestó su complacencia por el desalojo pacífico de la Catedral, ya que en esa dirección se mantuvo firme la Iglesia católica.
Antes de desocupar el templo, los manifestantes junto a Luna, Rosa Chávez y otros mediadores de la iglesia anglicana y evangélica, firmaron el acuerdo, aunque no se conocieron detalles del mismo.
Los excombatientes de ambos bandos y de sindicalistas tomaron la Catedral el 10 de enero pasado para exigir al gobierno el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de 1992, referente a la atención social y médica a los lisiados de guerra.
La toma fue criticada de manera muy fuerte por los feligreses que demandaban su apertura e incluso pidieron la intervención de la Policía Nacional Civil (PNC).
La ocupación impidió que se llevara a cabo la conmemoración de la muerte de Oscar Arnulfo Romero, el pasado 24 de marzo, las actividades de Semana Santa y las homilías que pronuncia cada domingo el arzobispo de San Salvador.
Daniel Hernández, uno de los ocupantes, calificó como muy “valioso y esperanzador el acuerdo” al que se llegó con el gobierno.
