Autoridades no pueden con pandilleros en NJ

Ni la intensa vigilancia policial ha logrado mermar a lo grupos violentos

Las calles de New Brunswick se encuentran a merced de las pandillas que, por cambios en su estructura, son más difíciles de detectar, según las autoridades.

Las calles de New Brunswick se encuentran a merced de las pandillas que, por cambios en su estructura, son más difíciles de detectar, según las autoridades. Crédito: Cristina Loboguerrero / EDLP

New Brunswick, Nueva Jersey -La presencia de pandillas callejeras en New Brunswick es el pan nuestro de cada día para los residentes de esta ciudad que prefieren mantenerse en silencio por temor a represalias.

Ni la intensa vigilancia policial ha logrado mermar a lo grupos violentos porque, según las autoridades, es cambiante la estructura y forma en que operan. A diferencia de las pandillas conocidas, los integrantes de los nuevos grupos tratan de pasar desapercibidos, según las autoridades.

Una y otra vez -y de forma repetitiva- los residentes en las inmediaciones de la avenida Remsen y la calle Throop, aseguraron que el sector -especialmente en las noches- se torna en una zona peligrosa, en donde además del trasiego de drogas, existe una pugna por el dominio de territorio entre pandillas callejeras.

“La zona siempre ha tenido una actividad alta de criminalidad”, afirmó el propietario de una bodega de la avenida Remsen, que prefirió no dar su nombre, asegurando que “no es un secreto” que la mayoría de actos delictivos ahí, tienen que ver con pandillas y la venta de drogas.

Otra residente, que se identificó como Marie, dijo que aunque la presencia policial se ha incrementado, los delitos siguen ocurriendo, citando como el hecho más reciente, el asesinato del mexicano Javier Olvera Mondragón, 27, ocurrido en la madrugada del 16 de abril, al salir del bar Los Amigos, en la intersección de la avenida Remsen y la calle Hale.

Tanto la policía como la fiscalía del condado, continúan investigando el caso y han ofrecido una recompensa por la captura del responsable del homicidio -el tercero en la ciudad en lo que va del año- que aún no ha sido ligado con pandillas.

Un miembro de la policía estatal perteneciente a la unidad especializada que combate las pandillas, explicó que la organización de estos grupos ha cambiado en algunos condados en los últimos años, “son personas del barrio que se juntan y evitan en lo posible que puedan ser identificados fácilmente, por lo que no usan colores o símbolos, como lo hacen las pandillas reconocidas”.

El experto anotó que algunos grupos son más violentos que otros y que “erróneamente se piensa que las pandillas que están armadas, consiguen su arsenal por medio del robo, cuando en realidad la tendencia que se viene observando, es que por la venta de drogas reciben armas de fuego como pago, las que son traídas de los estados del sur, donde es mas fácil adquirirlas”.

Sin embargo aclaró que esto no significa que “las pandillas reconocidas hayan desaparecido”.

Un informe del Departamento de Policía, en 2010, indica que en New Brunswick, se encuentran en actividad 13 pandillas callejeras con cerca de 400 miembros. El informe indica que la pandilla G-Shine, una célula de los Bloods, es el grupo con más problemática para las autoridades, mientras que los Brown Set, una unidad del grupo La Mugre, es la más activa reclutando miembros.

Para combatir la criminalidad en New Brunswick, concretamente en el Barrio Dos, donde sólo en el mes de noviembre pasado se registraron 18 tiroteos, las autoridades anunciaron la extensión de medidas que incluyen la creación de un equipo de policía en el vecindario y la instalación de nuevas cámaras de vigilancia.

Al menos a uno de estos grupos responsables por los tiroteos mencionados, se conecta uno de los sospechosos identificados, de nombre Jonathan Malavé, 27, a quien se considera miembro de la pandilla Grape Street Crips.

La idea -según Anthony Caputo, director de la Policía- es que la uniformada trabaje más de cerca con la comunidad. “Somos concientes de las necesidades y de la preocupación de la comunidad y el acercamiento producirá buenos resultados”.

El Fiscal General del estado, Jeff Chiesa, dijo que la influencia negativa de los pandilleros trasciende más allá de los delitos que comenten “al propagar el miedo y la intimidación”, por lo que su oficina mantiene como una prioridad “la lucha contra las pandillas callejeras”.

Según el Censo, en New Brunswick tiene 55,181 residentes, de esa cifra un 39% son de origen latino.

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