De canal en canal
Kate del Castillo, Guy Ecker y Eugenio Siller hablan de sus experiencias a la hora de elegir en qué producciones trabajan para la pequeña pantalla
No todos los actores son como Fernando Colunga.
A diferencia del galán de telenovelas, el número de actores que prefieren ir de una televisora en otra en busca de mejores oportunidades ha aumentado recientemente.
“Aunque me pude haber quedado con la seguridad de tener una carrera ascendente y de que trabajo no me iba a faltar en México, tomé el riesgo de venirme a otro país y cambiarme de empresa. Lo hice y no me arrepiento”, dijo Eugenio Siller, protagonista de Una maid enManhattan que produce y emite en horario estelar Telemundo.
Antes de ser parte del talento de la segunda cadena de habla hispana más popular de este país, Siller se dio a conocer por las producciones de la empresa mexicana Televisa, que después transmite Univision por el acuerdo que tienen estas empresas.
En su caso, explicó, tuvo suerte. “Yo ni siquiera hice algo directo: las empresas se pusieron de acuerdo entre ellas en el momento que todavía había relación con Telemundo y Televisa, y todavía se prestaban ciertos actores. Yo creo que yo fui uno de los últimos, sino el último”, dijo Siller.
Kate del Castillo es otra de las estrellas que ha corrido el riesgo y, por lo que comentó, nunca le preocuparon las consecuencias.
“No cambié de televisora: no soy de ninguna televisora. Simplemente hice un proyecto con Telemundo. Si eres actriz, quieres hacer de todo. Yo tengo años que no estoy con Televisa y si trabajo con Televisa lo hago para un solo proyecto y lo mismo haría si me contrata Telemundo o Univision”, dijo la protagonista de la serie La Reina del Sur, de Telemundo, tras haber participado en exitosas producciones de Televisa como La mentira.
Su expareja en esa telenovela, por su parte, el actor Guy Ecker, fue el único de los actores entrevistados por este diario que reconoció que ha tenido problemas laborales por cambiar de empresa.
“He tenido mis roces y normalmente ha sido por el tema de las historias. En Colombia tuve un problema entre dos programadoras porque acepté una telenovela, que nunca [se produjo] y me fui a otra programadora, y hubo una demanda y hubo toda una locura. En México también por no querer hacer una historia que no había pactado con Televisa tuve problemas con [TV] Azteca y Televisa. No es que sea conflictivo, pero por eso no me gustan los contratos largos: porque si tienes uno por ciertos años, ellos [los ejecutivos de las cadenas de televisión] te ponen y te quitan [de los proyectos] como quieren”, aseguró libremente el actor hace unos días mientras promocionaba en Los Ángeles el estreno de su nueva telenovela producida por la empresa venezolana Venevisión titulada Corazón apasionado, que emite Univision por las tardes.
En 2010, Edith González también sorprendió al público al sumarse a las filas de TV Azteca, cuya programación es emitida aquí por Azteca América. La rubia actriz fue parte primero de Televisa por más de 30 años, después laboró para Telemundo en 2008 -donde protagonizó Doña Bárbara-.
“De repente, es tanta urgencia por el rating que el produco es inmediato… TV Azteca me había ofrecido hacer una telenovela con un chico que no era súper guapo, era un chico normal. Eso jamás lo hubiera podido hacer en Televisa”, dijo vía telefónica desde México la estrella de Cielo rojo, melodrama de TV Azteca que no alcanzó el éxito en los niveles de audiencia que González gozaba en las otras televisoras.
Pero ella aseguró, al igual que el resto de sus colegas entrevistados, que lo primordial es tener la libertad de decidir para qué empresa laborar y que proyectos hacer.
Otros actores que también han tomado esa decisión son Angélica María, Humberto Zurita, Sandra Echeverría, Gaby Spanic, Eduardo Capetillo, Adriana Fonseca, Mario Cimarro y Manuel Landeta, entre otros.
Ellos han decidido aceptar ofertas de trabajo con empresas contrarias y de cierta manera romper esas barreras que antes no permitían que el actor hispanoparlante fuera de cadena en cadena sin ser vetado, o peor aún totalmente ignorado, por la poderosa empresa de telenovelas Televisa.
Aunque esta compañía del vecino país nunca ha reconocido públicamente esa acción contra sus exactores, el veto ha sido evidente cuando los nombres de los actores no se mencionan en sus programas o al pedirle a sus actores con contratos exclusivos que no cedan entrevistas sobre cualquier asunto a otras cadenas.
A pesar de que una vocera de Univision negó a este periódico que esta empresa tuviera una política similar a la de su aliada Televisa, es innegable que existen diferencias a la hora de hablar de los artistas de Telemundo, quienes son ignorandos en sus programas de farándula. Esto, no obstante, es menos riguroso que lo que sucede en México.
Telemundo, no obstante, no cree en tener una política tan estricta.
“Nosotros pensamos que el talento no debe de tener fronteras ni debe de estar amarrado a ningún lugar; eso nos diferencia mucho de la competencia. Nosotros tenemos talento que trabaja con nosotros, pero que también trabaja en otros canales. Y donde nosotros veamos talento que pueda trabajar con nosotros lo invitamos”, comentó al respecto Joshua Mintz, vicepresidente ejecutivo de entretenimiento de la cadena Telemundo quien fue en el pasado empleado de Televisa en una de las oficinas de esta cadena en Miami.
Para Carolina Acosta-Alzuru, experta en telenovelas y catedrática universitaria, las acciones de la mayoría de los actores en la actualidad es consecuencia de las acciones de las cadenas de televisión.
“Las mismas empresas han generado esto al no dar contratos de forma exclusiva. Y si no están dando contratos es porque sienten que la industria de la telenovela está demasiado fluida y cambiante para los contratos que se hacían antes”, aseveró Acosta-Alzuru vía telefónica.
Agregó que el surgimiento de más compañías productoras de Colombia y Venezuela se han convertido en otra fuente de trabajo para los actores hispanos y a la misma vez en competencia para las empresas mexicanas que antes lideraban la industria de las telenovelas, especialmente en el caso de Televisa.
“El día que se terminen los vetos, las fronteras y las competencias va a ser un mercado más amplio. Y creo que deberíamos de ampliar ese pensamiento. Siempre he pensado que la carrera del actor tiene que ser libre. Es bueno que uno pueda hacer diferentes proyectos, con diferentes empresas, con diferente gente. Uno tiene que crecer su carrera y no quedarse en el mismo lugar”, expresó Siller.