Illinois sufre por gonorrea

Chicago (Notimex).- El estado de Illinois se ubica en los primeros diez sitios a nivel nacional con mayor número de casos de infecciones de transmisión sexual (ITS), como la gonorrea y la clamidia, de acuerdo con el Departamento de Salud Pública de la entidad.

El año pasado, el 34% de todos los casos de gonorrea y 36% de los correspondientes a la clamidia se reportaron entre adolescentes de entre 15 y 19 años, una tasa de incidencia siete y cinco veces mayor que la tasa general del estado, respectivamente.

La población afroestadunidense de Illinois es la más afectada y de manera desproporcionada, de tal forma que las mujeres de esa raza representaron la mitad de las infecciones por clamidia y el 68% de las infecciones por gonorrea en 2011, mientras que en el caso de los hombres ocuparon el 54% por clamidia y el 70 por gonorrea.

A nivel nacional, se estima que hay 19 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual cada año y casi la mitad de todos los casos se producen en jóvenes de 15 a 24 años.

El tratamiento de estas enfermedades tiene un costo de $17 mil millones para el Estado, además de costos adicionales y a largo plazo en la atención de su salud para quienes las adquieren.

Ambas enfermedades de transmisión sexual bacteriana, las más comúnes, ubican a Illinois a nivel nacional en el séptimo sitio para la gonorrea y el quinto en el caso de la clamidia.

Estas infecciones son tratables y muchas veces curables, pero se requiere de la detección temprana a través de pruebas, ya que son asintomáticas.

La clamidia, junto con la gonorrea, es causa importante de enfermedad pélvica inflamatoria en las mujeres y de no tratarse puede propagarse al útero o a las trompas de Falopio y causar dolor pélvico crónico, infertilidad, así como embarazos ectópicos potencialmente mortales.

Las mujeres con clamidia también tienen hasta cinco veces más probabilidades de infectarse con el VIH/SIDA, de tal forma que en el año 2010 el 37% de todas las nuevas infecciones por VIH en Illinois se encontraron entre los residentes de entre 13 y 29 años.

Un reciente estudio difundido por la Academia Estadunidense de Pediatría, con sede en Chicago, concluyó que las encuestas virtuales son una buena herramienta para la detección de casos de clamidia y gonorrea en jóvenes que desconocen si han sido infectados.

El estudio, a cargo de Fahd A. Ahmad, de la Universidad Washington de Sant Louis, Missouri, destaca que más de un millón de jóvenes de entre 15 y 24 años reportan esas infecciones en el país al año.

La investigación llevó a cabo la prueba de un nuevo sistema computarizado para evaluar los factores de riesgo de clamidia y gonorrea.

Un total de 460 pacientes de entre 15 y 21 años completaron la encuesta y el software informático suministró una recomendación en cuanto a si el adolescente debía hacerse la prueba de ITS basado en un algoritmo de decisión creado por el equipo de investigación.

“Cuando pusimos en marcha el sistema, se encontró que casi la mitad de los pacientes que completaron el cuestionario estaban en necesidad de pruebas de esas enfermedades de transmisión sexual. El 20% de los evaluados dio positivo y recibió tratamiento”, explicó Ahmad.

La recomendación y el resumen de las respuestas del paciente se integraron en la historia clínica electrónica para que los médicos y enfermeras de urgencias tuvieran acceso a la información y pudieran ordenar las pruebas necesarias.

Los investigadores encontraron que la tasa global de pruebas para la clamidia y gonorrea en los adolescentes que visitan el servicio de urgencias casi se duplicó, al pasar del 8.8 al 15.1%, después del sondeo computarizado y en comparación con las tasas durante los últimos 15 meses.

Los resultados también mostraron que el tiempo empleado por los pacientes para completar la encuesta tuvo una media de ocho minutos.

El 91% dijo que el sistema era “muy fácil” o “fácil” de usar; para el 83% estaba “muy cómodo” o “cómodo” con la confidencialidad del sistema y el 71% preferiría un cuestionario electrónico en el futuro.

El uso de la nueva tecnología confirmó que los adolescentes están dispuestos a revelar información sobre su actividad sexual cuando llenan un cuestionario, el cual puede ser aplicado en los servicios de urgencia y clínicas, y usado para determinar si deben hacerse ciertas pruebas.