¿Sabe qué mató a Lenin? El estrés o el veneno
Baltimore – El estrés, los antecedentes médicos familiares o posiblemente el veneno contribuyeron a la muerte de Vladimir Lenin, lo que contradiría una idea popular de que una enfermedad de transmisión sexual debilitó al líder de la Unión Soviética.
El Dr. Harry Vinters, neurólogo de la Universidad de California en Los Ángeles, y el historiador ruso Lev Lurie revisaron los registros de Lenin para una conferencia anual de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, que se inaugura hoy a fin de debatir la muerte de personas famosas.
La conferencia se lleva a cabo todos los años en ese establecimiento, donde en el pasado los investigadores han reexaminado los diagnósticos del faraón Tutankamón, Cristóbal Colón, Abraham Lincoln y Simón Bolívar.
El líder soviético de 53 años padeció varios ataques de apoplejía antes de morir en 1924 y no está clara la causa de su muerte.
Una autopsia reveló vasos sanguíneos endurecidos en el cerebro, un resultado que ha sido difícil de comprender, dijo el Dr. Phillip Mackowiak, que organiza el encuentro anual.
“En primer lugar era muy joven, y segundo, no tenía ninguno de los principales factores de riesgo”, observó.
Lenin nunca fumó e incluso no dejaba que los fumadores se le acercaran. Tampoco padecía de diabetes, no estaba excedido de peso y la autopsia no halló ninguna evidencia de alta presión sanguínea, dijo Mackowiak.
En su época había “considerables sospechas” de que se trataba de sífilis, agregó.
Pero Vinter considera que los antecedentes familiares parecen haber tenido su influencia.
Lenin fue tratado de sífilis usando los medicamentos primitivos disponibles en su época y, aunque la enfermedad de transmisión sexual puede causar ataques, no hay evidencias derivadas de sus síntomas ni de la autopsia de que fuese así con Lenin, dijo Vinters.
El padre del líder soviético murió a los 54 años y ambos pueden haber tenido predisposición al endurecimiento de las arterias. El estrés también es un factor de riesgo para la apoplejía, y no hay dudas de que el revolucionario comunista lo tenía en cantidad, afirmó el neurólogo.
“Siempre había alguien tratando de asesinarlo”, ejemplificó.
Lurie, un experto en historia y política rusas, residente en San Petersburgo, que figuró entre los participantes de la conferencia, dijo que aunque Lenin padeció varios ataques, cree que Josef Stalin pudo haberlo liquidado con veneno, una teoría que Vinters considera como una posibilidad.
El envenenamiento, de hecho, llegó a ser uno de los métodos favoritos de Stalin para deshacerse de sus enemigos, dijo Lurie.
“Lo divertido es que el cerebro de Lenin todavía está preservado en Moscú, de modo que podemos investigar”, agregó.