Enfrentamiento entre reos en cárcel de Caracas
El vicepresidente venezolano Jaua dice que las fuerzas del orden están tratando de recuperar el control del penal preservando los derechos humanos.
CARACAS – Un intenso tiroteo se registró ayer en el interior de una cárcel de Caracas en la que un grupo de reclusos se mantiene amotinado desde hace veinte días e impide a las fuerzas militares retomar el control de penal.
El tiroteo en la cárcel de La Planta, que se prolongó por más dos horas, fue consecuencia de un enfrentamiento entre los reclusos, afirmó la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela.
“Adentro se vive un enfrentamiento entre los privados de libertad. Queremos lograr que siga el proceso de diálogo en el penal”, dijo Varela a la televisora estatal.
Aseguró que “es una situación que vamos a resolver y estamos aplicando un método que va a dar resultado que no podemos decir”.
El vicepresidente Elías Jaua llamó el jueves a los reclusos a deponer su actitud y a “ponerse a la orden de las autoridades” para proceder a trasladarlos a otras cárceles y cerrar ese centro.
“Nosotros hemos venido tratando el problema… en estricto apego a los derechos humanos, por la vía de la negociación, por la vía del diálogo. Pero es importante que se sepa que el gobierno bolivariano tiene como prioridad la preservación de la paz, la tranquilidad y la vida de los habitantes de toda esa zona caraqueña”, dijo Jaua a la televisora estatal durante una visita a una localidad del estado central de Miranda.
Carlos Nieto, directivo de la organización Una Ventana a la Libertad, que defiende los derechos de los reos, dijo a The Associated Press que era falso que el tiroteo fuera consecuencia de un enfrentamiento entre los internos y denunció que “el ataque es de afuera hacia adentro”.
Indicó que según versiones que le han aportado los presos el ataque estaría siendo ejecutado por guardias nacionales. No precisó cómo obtuvo esas versiones.
Además del tiroteo se registró un incendio en parte de la prisión. Desde afuera podía observarse una intensa humareda producto del fuego y de bombas lacrimógenas presumiblemente arrojadas por los guardias.
La televisora estatal mostró imágenes de una tanqueta de la Guardia Nacional que fue apostada en medio de una autopista, a las afueras del penal, para garantizar la seguridad en el área.
En los alrededores del penal se registraron algunas refriegas entre familiares de los reclusos y guardias nacionales que usaron gases lacrimógenos para dispersarlos del lugar.
En las prisiones venezolanas operan bandas que rivalizan por el control de los pabellones.